MADRID -- Cuando el conjunto merengue salte a la cancha de El Sadar el sábado por la noche para enfrentarse al Osasuna llevará 13 días sin actividad, a consecuencia de que el encuentro del fin de semana pasado ante el Celta de Vigo correspondiente a la Jornada 21 fuera aplazado. Y probablemente lo hará desde la segunda posición, pues para entonces Barcelona, el rival más cercano en la tabla, habrá disputado su partido contra el Alavés.
El Sadar ha sido un campo tradicionalmente hostil para el Real Madrid y esta vez no será la excepción, sobre todo considerando la tensión en la que se encuentra sumido el Osasuna en estos momentos, que no ha ganado un solo partido en casa esta temporada y lucha por abandonar el sótano de la tabla.
Para Zinedine Zidane se trata de una visita “incómoda”, cuando menos.
“Es una visita incómoda. Jugar ahí es difícil; (Osasuna) siempre nos ha complicado las cosas. Jugamos primero contra último y eso no me gusta para nada; a pesar de los resultados Osasuna siempre juega bien y su campo es muy difícil”, señaló Zinedine Zidane en rueda de prensa celebrada este viernes tras el último entrenamiento del equipo de cara al encuentro. Y es que el riesgo de que las dos semanas de inactividad hagan mella en sus jugadores es alto.
Zidane admitió que “15 días sin jugar son mucho” para sus hombres. Ha sido una pausa abrupta al ritmo con que habían hecho frente al mes anterior, con dos partidos por semana hasta su eliminación en los cuartos de final de la Copa del Rey y el técnico ni siquiera tiene claro si esas dos semanas de inactividad resultarán un “inconveniente” al final del día.
“No lo sé (si es un inconveniente); veremos mañana. Lo que yo puedo asegurar es que trabajamos bien y físicamente estamos bien. Claro que era mejor jugar, lo que quieren es jugar, no entrenar. Nosotros siempre queremos jugar; claro que 15 días para nosotros es mucho, pero se ha tomado una decisión (de aplazar el partido en Vigo) y ya está”, dijo Zidane.
Además, está el factor psicológico.
Real Madrid inicia la jornada como líder con un punto sobre Barcelona, pero con dos partidos pendientes ante Valencia, aplazado para el 22 de febrero debido a la participación del Real Madrid en el Mundial de Clubes en diciembre, y Celta, encuentro para el que ni siquiera se ha buscado una fecha debido al apretado calendario, con ambos equipos disputando competiciones europeas.
Para evitar que sus hombres caigan en la trampa de relajarse ante esos seis hipotéticos puntos, Zidane los ha instruido para que los den por perdidos y se remitan a la realidad: a día de hoy, sólo tienen un punto de colchón y probablemente tendrán que luchar para recuperar esa primera plaza después de que el cuadro catalán dispute su partido ante el Alavés.
“No sabemos qué va a pasar en esos dos partidos. Estamos pensando en lo que tenemos (en este momento); no sabemos ni la fecha en que se va a jugar (el partido contra el Celta). Sólo podemos pensar en lo que nos toca mañana, no podemos pensar en cuantos puntos más vamos a tener cuando juguemos los partidos que nos faltan”, dijo Zidane.
En el aspecto positivo, el fin de semana sin actividad ha dado más tiempo para que los tocados completen su recuperación por lo que el técnico francés cuenta prácticamente con todo el plantel. Ha dado tiempo para asegurarse de que el estado físico de Pepe, James, Marcelo y Luka Modric, que llevan más de una semana trabajando con el grupo tras superar sus respectivas lesiones, sea el óptimo.
Como si eso fuera poco, el técnico ha recuperado a Dani Carvajal, quien se integró al grupo el pasado martes y está listo para jugar. En la enfermería sólo queda Gareth Bale, quien en principio estaría listo para disputar la vuelta de octavos de final de la Champions League frente al Nápoles en primera semana de marzo, aunque el técnico espera recuperarlo antes.
“¿Para la vuelta (de Champions)? Ojalá. Espero que esté antes con nosotros. Ya está haciendo todo en campo, está bien, lo que le falta es entrenar con el equipo, que es lo más importante. Lo veo con ilusión”, dijo Zidane en torno al progreso de Gareth Bale.