<
>

Messi, Vidal y Busquets, los protagonistas

Getty Images

VITORIA -- Leo Messi se estrenó en Vitoria, con gol, en una tarde futbolísticamente perfecta para el Barcelona, que marcó seis goles lejos del Camp Nou por primera vez en dos años pero abandonó Vitoria con el pesar de la lesión de Aleix Vidal.

“Las imágenes dan la sensación que puede ser algo grave”, explicó Robert Fernández, el secretario técnico del Barcelona y que confirmó lo expresado por Rakitic, quien consideró la entrada “muy dura” para mostrarse esperanzado “que no sea tan grave como parece”.

El lateral catalán, asistente del 0-1 y recuperado para la causa después de un año prácticamente invisible en los planes de Luis Enrique, sumaba en Mendizorroza su tercera titularidad consecutiva en la Liga y su sexto partido oficial desde que comenzó el año.

Si el entrenador había admitido que Aleix le había “quitado la razón” y alrededor del equipo azulgrana su trabajo empezaba a gozar de toda la consideración, con un despliegue físico excepcional, entregado en defensa y espectacular en ataque, habiendo participado en siete de los últimos ocho goles del Barça, la lesión del catalán cayó como un auténtico jarro de agua fría.

“Ya hemos visto que es por lo menos una luxación, sino una fractura… Es la nota triste y solo esperamos que se recupere rápido y bien” expresó en una primera declaración Luis Enrique, cuyo ánimo no ocultaba la preocupación por lo sucedido y que de alguna manera frenaba la euforia de un partido redondo.

LA CLAVE BUSQUETS

Messi nunca había jugado en Vitoria. Descartado dos veces por Rijkaard en su día y a quien Tito Vilanova dio descanso en una tercera oportunidad, Leo se estrenó en Mendizorroza liderando a un Barça otra vez coral y que respondió a las críticas de un juego individual con una excelente actuación colectiva.

El equipo de Luis Enrique regresó a su imagen esperada coincidiendo con el regreso de Busquets al centro del campo. El ‘5’, que no podrá jugar ante el Leganés por ser amonestado, ocultó cualquier síntoma de nerviosismo por las rotaciones del entrenador, puesto que puso el orden esperado en su zona, repartiendo juego con sentido y facilitando la labor de los interiores, mucho más entonados que en otros partidos.

“El control que hemos tenido demuestra que hemos estado bien posicionados”, sostuvo Luis Enrique para explicar el resultado, asegurando que su equipo hizo “un partido muy completo en todos los órdenes. Tuvimos espacios por su presión y lo gestionamos todo bien”.

Como argumentó el entrenador, al partido “le sobró la última media hora”. Y es que en los 60 minutos anteriores el Barça solventó, a lo grande, un partido que preocupaba antes de comenzar y que acabó siendo un auténtico paseo.