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Messi y Barcelona, en otra cita con la historia

BARCELONA -- Leo Messi se enfrentará por última vez con el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón este domingo. En teoría, claro. Porque si el Barcelona hiciera la machada de remontar al PSG aún cabría la posibilidad de emparejar a ambos equipos en la Champions. Sí será su última visita liguera.

Y cuando Messi aparece por Madrid alrededor del Río Manzanares se enciende la alarma porque el Atleti es el rival más prolífico para el argentino en el campeonato liguero. La tarde en que puede hacer historia alcanzando su victoria 400 como azulgrana, se entiende trascendental en la pequeña historia del campeonato porque nada más que los tres puntos se dibujan como trascendentales en el vestuario.

Con su cita habitual: el gol. El Atlético es el equipo más perjudicado en el torneo de la regularidad por la voracidad del ‘10’ azulgrana que en 21 duelos suma 21 goles. Y que en diez visitas al estadio de la ribera del Manzanares ha anotado seis dianas.

Cualquier otro aspecto queda hoy apartado del plano y ni su poca felicidad tras marcar el vital penalti al Leganés ni las alarmas que se pueden encender alrededor del Barcelona por una renovación que se espera pero no se acaba de concretar estarán entre las ocupaciones de un Messi que se vuelve a esperar supersónico ante su rival predilecto.

Desde el doblete que le marcase a Cuéllar en el 0-6 logrado el 20 de mayo de 2007 que sirvió de presentación y hasta el que cerró la remontada el 12 de septiembre de 2015 (1-2) que le anotó a Oblak, Leo se ha convertido en poco menos que una pesadilla para el conjunto colchonero.

Diez visitas y seis goles, habiendo sido trascendental con dos en sus dos últimas actuaciones que le valieron seis puntos al equipo de Luis Enrique, que ganó su primera Liga con una victoria en el Calderón y comenzó a ganar otra en el mismo escenario, siempre, con Messi al frente.

El argentino dirigirá esta vez a un equipo sin reserva y sin más opción que la victoria, que acudirá a la cita con todo su arsenal, desde la MSN en la delantera hasta la defensa de gala en que Piqué y Umtiti, al lado de Jordi Alba y Sergi Roberto, deberán hacer frente a un rival que se le suele dar bien (no en la Champions precisamente) pero ante el que protagoniza duelos que quedan marcados en el calendario.

El Barça, que ha ganado en cinco de sus últimas seis visitas ligueras al Vicente Calderón, puede y debe abandonar el estadio colchonero liderando, aunque sea por unas horas y de forma provisional, el campeonato liguero para cargar con la presión del marcador al Real Madrid en Villarreal.

Se sabe alrededor del Camp Nou que este no será un domingo cualquiera en el torneo y que los tres puntos deben dibujar un nuevo escenario en el rush final de la temporada.

Con Messi al mando, esperando que recupere la sonrisa y mantenga su voracidad, todo se antoja posible para el Barcelona.