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Con Zidane, el Real Madrid de James se luce con la pelota parada

Luego de 14 meses a la cabeza de Real Madrid, los interrogantes con respecto a la competencia de Zinedine Zidane en la dirección todavía abundan en los medios de comunicación: ¿Es lo suficientemente hábil en términos tácticos como para dirigir un equipo tan complejo? ¿Reacciona con suficiente rapidez a las distintas situaciones que se presentan durante los partidos? ¿Sus métodos de entrenamiento son tan sofisticados como los de otros técnicos de primer nivel? ¿Es posible que no sea más que un entrenador sensato que ha tenido un poco de suerte hasta ahora?

El período de evaluación aún es corto para un DT, sobre todo considerando que ésta es la primera experiencia de Zidane como entrenador en jefe. Sin embargo, hay un aspecto específico del planteo ofensivo de Real Madrid que parece estar arrojando mejores resultados que nunca, y que demuestra que el DT francés ha estado muy ocupado. Éste es el conjunto más letal de Real Madrid en las jugadas a pelota parada desde que quien suscribe comenzó a seguir al equipo del Santiago Bernabéu hace casi cuatro décadas.

Real Madrid siempre había descuidado este aspecto del juego. Convertir en jugadas a pelota parada parecía ser una estrategia a la que recurrían los equipos más pequeños cuando no conseguían anotar de otra manera. Equipos históricos de Real Madrid --el de Alfredo Di Stefano en los años '50, el equipo "ye-ye" en la década de los '60, La Quinta del Buitre en los '80 o los conjuntos ganadores de Fabio Capello en La Liga-- tenían excelentes pateadores de tiros libres como Raymond Kopa, Ferenc Puskás, Manolo Velázquez o Hugo Sánchez, pero rara vez convertían de cabeza con tiros de esquina o centros altos a pelota parada. Zidane ha cambiado esto completamente.

A esta altura de la temporada, Real Madrir lidera La Liga con 14 goles convertidos en jugadas a pelota parada. Estos 14 goles --ocho a raíz de saques de esquina, seis luego de tiros libres-- sumaron ocho puntos.

A primera vista, la fórmula es simple: Hacen falta buenos pateadores de centros (Toni Kroos y Luka Modric obviamente dan en la tecla) y algunos rematadores que generen situaciones complicadas para la defensa contraria. Con sus características físicas, la combinación de Sergio Ramos, Gareth Bale, Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Pepe o Raphael Varane --todos superan 1,82 m. de altura-- resulta intimidante para cualquier defensa. Pero pensar que sólo es cuestión de tirar un centro y saltar sería simplificar demasiado las cosas.

Zidane y su mano derecha, David Bettoni, han desarrollado una serie de jugadas que aprovechan la abundancia de opciones que tienen para anotar, y apuntan a distraer a la defensa con una combinación de movimientos.

La versión más básica: Ronaldo y Bale se desplazan hacia el primer palo pero el centro va al medio del área, donde Ramos y Pepe (o Varane) aprovechan el espacio que dejaron los delanteros. Si el centro viene de la izquierda, Cristiano se ubicará delante de Bale, y si viene de la derecha, Bale quedará primero. En una variante de esta jugada, los dos delanteros y Pepe o Varane bloquean al defensor de Ramos.

Luego de alertar a sus compañeros --con las manos en las caderas antes de patear-- Kroos o Modric también pueden tomar la decisión de patear el centro al primer palo, y que Bale o Ronaldo encuentren a Ramos o a su socio en el medio del área. Lo vimos en la final de la Champions League contra Atlético de Madrid la temporada pasada.

Si bien estas jugadas representan la gran mayoría de lo que hace Real Madrid en términos de estrategia, también hay algunas variantes que dependen de quién esté en la cancha, y de la intención de Kroos de sorprender a la defensa contraria. Si Isco está en la cancha, por ejemplo, el alemán podría enviar a todos los delanteros al segundo palo y hacer un tiro de esquina corto al mediocampista, quien luego decide si rematar al arco o patear un centro luego de una gambeta.

Si están jugando Mateo Kovacic o Lucas Vázquez, puede que Kroos patee más allá del segundo palo para que cualquiera de los jugadores jóvenes lleguen desde atrás, sorprendiendo a los defensores. Ya vimos esta estrategia contra Las Palmas esta temporada. Finalmente, Kroos y Modric tienen la opción de asistirse entre sí, ya que quien no patea el corner tiende a quedarse afuera del área a la espera de la oportunidad de rematar a larga distancia.

Ramos y Kroos se llevan el crédito en términos de ataque, y con justa razón. El capitán marcó ocho goles de cabeza esta campaña --siete en La Liga, uno en la Champions League--y repartió ocho asistencias a sus compañeros --cinco a Ramos-- en jugadas a pelota parada.

Su talento es un gran activo para cualquier equipo que intente sacar el máximo provecho de las jugadas a pelota parada, pero estos resultados no se consiguen sin una buena cuota de trabajo. Zidane, quien marcó dos veces luego de tiros de esquina en la final del Mundial de 1998, lo sabe muy bien y está haciendo un trabajo extraordinario en este sentido.

Eduardo es uno de los blogueros de Real Madrid de ESPN FC y es socio desde 1995. Síguelo en Twitter @alvarez.