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Messi, entre el Deportivo y el Clásico

BARCELONA -- El Barça recibe este domingo al Deportivo con un objetivo innegociable: presentarse una semana después en el Clásico con 11 puntos de ventaja sobre el Real Madrid. Hacerlo dispuesto a dar un golpe de efecto quien sabe si definitivo a la Liga; asustar en el Bernabéu.

Antes, claro, se presenta el Deportivo con un entrenador de sabor azulgrana: Cristóbal Parralo, canterano a quien dio la alternativa Terry Venables en 1987, que llegó a formar parte del Dream Team de Johan Cruyff y que ahora, en su primera experiencia como entrenador de Primera División se rompe la cabeza estudiando cómo atajar a Leo Messi, una pesadilla inabordable para el equipo blanquiazul.

En Galicia, en La Coruña, nadie olvida el 17 de febrero de 2001, la noche en que el Deportivo conquistó su primera victoria en el campo del Barcelona. 29 derrotas y 5 empates adornaban sus números entre Les Corts y el Camp Nou desde 1941 y los goles de Rivaldo y Luis Enrique que habían remontado el inicial 0-1 de Djalminha daban a pensar en otra victoria, entre pitos, del Barça de Serra Ferrer…

Y llegó Víctor Sánchez del Amo, canterano madridista, para empatar en el minuto 76. Y con Irureta gritando a los suyos que resistieran ese 2-2, en un lanzamiento indirecto, en el minuto 89, Víctor sorprendió al joven Reina y consumó esa primera victoria deportivista en el Camp Nou, para encender las alarmas en un Barça que ya acumulaba 7 derrotas y que pocas semanas después sentenció el despido del entrenador, al que sustituyó Charly Rexach.

IMPLACABLE

En aquel Barça, claro, no jugaba Messi. Ni Iniesta ni Piqué o Luis Suárez. Eran los últimos meses de Guardiola, compañero de Kluivert, De Boer, Cocu o los goleadores Rivaldo y Luis Enrique. Leo no jugó su primer partido contra el Deportivo hasta el 4 de noviembre de 2006 (1-1) en Riazor. No marcó pero presentó credenciales ante los blanquiazules porque a partir del siguiente duelo entre ambos equipos se convirtió en un puñal, una pesadilla para el Depor.

Messi abrió la victoria en el siguiente duelo entre ambos equipos, ganado por el Barcelona (2-1) y hasta hoy suma 17 goles en los 14 encuentros disputados desde aquel 31 de marzo de 2007.

Cuando se afirma que la diferencia se llama Leo Messi se puede poner al Deportivo en el escenario para explicarlo en pocas palabras. Fue él quien abrió la manita de la temporada 2008-09, la primera de Guardiola, y él quien anotó un hat-trick en Riazor, en el inolvidable 4-5 de la temporada 2012-13… Dos años antes de otro hat-trick en un 0-4 que le confirma como un dolor de cabeza para la hinchada de Riazor.

Sólo le marcó un gol en el histórico 0-8 de 2016, en que destacó más por sus tres asistencias, pero le endosó 5 en los 4 últimos duelos entre ambos equipos disputados en el Camp Nou… A Messi, eso sí, no se le olvida el último cara a cara, el 12 de marzo en Riazor y que concluyó con un 2-1 para el equipo gallego y que se contempló vital para explicar la pérdida del título por parte del conjunto azulgrana.

Al Depor le asusta Messi y Leo, con el Barça, quiere dar un estirón en la Liga. Aunque sabe que el equipo gallego, que empató dos de sus últimos tres partidos en el Camp Nou, puede convertirse en un rival muy incómodo.