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Ernesto Valverde apremia al Barcelona para acelerar salida de descartados

BARCELONA -- Ernesto Valverde está muy encima de la actualidad en lo que a su equipo se refiere y este miércoles volvió a demostrarlo. Con muy buenas palabras y absoluta convicción, el entrenador del Barcelona lanzó un mensaje tanto a la directiva como a los futbolistas con los que no cuenta. “Me siguen gustando las plantillas cortas, no de ‘veintilargos’ jugadores”, sentenció.

Con Arda Turan en la puerta de salida, el Barça trabaja en la marcha de otros cuatro futbolistas. A Gerard Deulofeu se le ha relacionado con el Nápoles; de Rafinha se conoce que está en la órbita del Inter de Milán; el Sevilla se apunta como posible destino de Aleix Vidal, y Mascherano debe concretar su marcha al Hebei Fortune, en una operación de la que se han conocido problemas inesperados por el silencio del club chino.

La sintonía, en este sentido, es absoluta entre el técnico y la directiva. Valverde tiene especial interés en dar salida a jugadores con los que no cuenta, después de cinco meses de competición en que ha conocido las interioridades de la plantilla y la personalidad de todos y cada uno de ellos, a la vez que la junta de Bartomeu estima providencial estas salidas para aligerar la masa salarial, un auténtico dolor de cabeza en la economía del club.

Valverde ya quiso durante el verano encontrarle una salida a Arda Turan, quien después de meses de ‘jugar’ al despiste, rechazando cualquier opción de dejar el club, estaría ahora cerca de concretar su incorporación al Basaksehir de Turquía, pendiente la operación del acuerdo entre los dos clubs, condenados a entenderse por más que el Barça quiere ingresar por un traspaso que el líder del campeonato turco no contempla, pensando, de entrada, en una cesión.

CLARIDAD
El futbolista, que no ha jugado ni un minuto y solamente fue convocado en la primera jornada de Liga, hace tiempo que sabe que no cuenta para nada en los planes del entrenador, tal como le ocurre a Rafinha, por quien negocia el Barça con el Inter.

Con un discurso pausado y lejos de cualquier polémica, Valverde ha hecho de la normalidad una costumbre poco habitual en el Barcelona. Tal es así que no se le ha visto aún perder la compostura, ni en la sala de prensa ni en el banquillo... Pero eso no significa que esté al margen de todo.

Si no le cuesta elogiar a sus hombres y no se le ha escuchado ni una mala palabra con los descartados, de puertas adentro traslada un discurso muy claro a los jugadores, ya sea de palabras o de hechos, tal y como sucedió con un Deulofeu que ya entendió que su permanencia en el club azulgrana estaba fuera de lógica.

Valverde, satisfecho tanto de la recuperación de Dembélé como del fichaje de Coutinho, se siente fuerte en su posición. Y quiere, lo que ya avisó a su llegada en el verano de 2017, trabajar con una plantilla a su gusto. Si padeció en silencio la pérdida de Neymar, ahora, también en silencio, exige una limpieza sin dilación.