BARCELONA —Entre Mark Hughes y Pedro Rodríguez, un total de 13 futbolistas puede entenderse que tengan, o no, el corazón partido cuando Chelsea y Barça inicien su eliminatoria de Champions. Los 13 que jugaron en ambos equipos, con trasvases directos o después de otros destinos. Son estos:
Mark Hughes.- Cesado al comienzo de este 2018 como entrenador del Stoke City, el galés fue una leyenda en el Manchester United, con el que se alineó 473 partidos en dos etapas. Entre ellas jugó 36 partidos con el Barcelona en la temporada 1986-87 sin dejar ningún recuerdo antes de irse cedido al Bayern Múnich.
En 1995 el Manchester United le traspasó al Chelsea 1,2 millones de dólares. Jugó 123 partidos con los Blues hasta 1998, cuando se marchó al Southampton habiendo conquistado en el Chelsea una FA Cup, una Recopa y una Copa de la Liga.
Albert Ferrer.- Canterano del Barcelona y hoy entrenador del equipo ‘Legends’ a la espera de recuperar su carrera profesional en los banquillos, el catalán fue el primero en pasar del club azulgrana al Chelsea.
Catapultado al primer equipo por Johan Cruyff, Ferrer disputó 300 partidos con el Barça entre 1990 y 1998. Después de jugar 21 encuentros de Liga a las órdenes de Van Gaal en su última temporada aceptó la oferta del Chelsea, que pagó por su traspaso 4,3 millones de euros.
En Stamford Bridge permaneció cinco temporadas, hasta 2003, y se estrenó nada menos que conquistando la Supercopa de Europa frente al Real Madrid. Jugador Blue en la remontada del Barça por 5-1 en 2001, se retiró después de sumar a esa Supercopa una FA Cup y una Community Shield.
Winston Bogarde.- Catapultado en el Sparta de Rotterdam, encontró su mejor momento en el Ajax, a las órdenes de Van Gaal, con el que conquistó la Champions League en 1995. En enero de 1998 le recuperó el entrenador para el Barça… Y su paso por el Camp Nou fue de todo menos triunfal.
Una grave lesión durante el Mundial de Francia cortó sus expectativas y en 2000, tras 25 partidos oficiales y con la baja en el bolsillo fichó por el Chelsea sin que el entonces entrenador Gianluca Vialli supiera de su llegada.
Claudio Ranieri, que llegó al banquillo blue poco después, le invitó a marcharse pero el jugador se agarró a un contrato fuera de mercado para permanecer en el Chelsea hasta el verano de 2004, jugando solamente 11 partidos pero con un salario semanal de 35 mil euros netos.
Acabado su contrato se retiró y tras regresar al Ajax, hoy es adjunto de Michael Reiziger, ex compañero suyo y hoy entrenador del equipo ajaccied.
Boudewijn Zenden.- El exterior fue uno de tantos holandese reclutados por Van Gaal para el Barça, que le fichó en el verano de 1998 al PSV Eindhoven por 12 millones de euros.
Zenden disputó 95 partidos con el equipo azulgrana hasta que en el verano de 2001 Claudio Ranieri se lo llevó al Chelsea, que pagó por su fichaje 8 millones de euros. Si en el Camp Nou conquistó un título de Liga, su paso por Stamford Bridge fue mucho más discreto, permaneciendo dos temporadas en las que fue alineado en 59 partidos y no logró ningún trofeo.
En 2003 fue cedido al Middlesbrough, que le fichó, gratis, un año después para, en 2005 venderle por 5 millones al Liverpool.
Emmanuel Petit.- Joan Gaspart le fichó al Arsenal junto a Overmars en un ataque de locura, con el dinero recibido del Real Madrid por la salida de Figo en el verano de 2000. Solamente permaneció un año en el Barça, que pagó por él 15 millones de euros, y fue traspasado al Chelsea por 11 millones.
Con el equipo azulgrana disputó solamente 38 partidos y con el Chelsea, en las tres siguientes campañas, 76 encuentros. Campeón del Mundo con la selección francesa y excepcional jugador de la primera etapa de wenger en el Arsenal, su paso por Stamford Bridge fue tan discreto como horroroso fue su año en Barcelona.
Eidur Gudjohnsen.- El primero de la lista que hizo el camino inverso a todos los demás. Jugó primero en el Chelsea, entre 2000 y 2006, y desde entonces y hasta 2009 lo hizo en el Barça, que le fichó por 12 millones de euros.
El islandés, que se retiró tras jugar 13 partidos en 2016 con el Molde de su país, tuvo un discreto paso por el PSV Eindhoven en 1996 para catapultarse en el Bolton y fichar por el Chelsea en el verano de 2000, por deseo expreso de Gianluca Vialli y por un precio de 7 millones de euros.
Ganador de cinco títulos, dos de Premier entre ellos, Mourinho le abrió la puerta en el verano de 2006, después de jugar para los Blues 263 partidos, para fichar por el Barça, en el que nunca llegó a ser indiscutible.
Tras la conquista de cinco títulos en la esplendida temporada 2008-09 y pretemporada siguiente, Gudjohnsen dejó el club por no entrar en los planes de Pep Guardiola y al cabo de 114 partidos fichó por el Mónaco, que pagó 2 millones de euros por él.
Ricardo Quaresma.- Considerado en su día uno de los mejores valores emergentes del fútbol portugués junto a Cristiano Ronaldo, explotó desde las categorías inferiores del Sporting de Portugal y el Barça le fichó en el verano de 2003 por 6,3 millones de euros.
Solamente permaneció una temporada, para olvidar, en el Barça, con el que se alineó 28 partidos a las órdenes de Frank Rijkaard antes de ser traspasado al Oporto por 6 millones de euros. Renació en Portugal y ello le valió un traspaso millonario al Inter de Milán (24,5 millones) en 2008, pero su estrella volvió a apagarse en el Calcio.
En enero de 2009 fue cedido al Chelsea, con el que apenas jugó 5 partidos hasta el final de la temporada. El Besiktas, en el que ahora juega en una segunda etapa, le recuperó para el fútbol pero ni en Barcelona ni en Londres se tiene ningún recuerdo de su presencia.
Deco.- Campeón de Europa con el Porto en 2004, el Barcelona pagó por él 21 millones de euros para convertirle en el mejor socio de Ronaldinho en el terreno de juego. Y durante tres temporadas fue capital en la brillantez del equipo que dirigía Frank Rijkaard.
El descenso en su rendimiento durante la temporada 2007-08 motivó que Guardiola, como nuevo entrenador, sentenciara su marcha. Habiendo jugado 161 partidos en esas cuatro campañas, el Chelsea pagó 10 millones por su fichaje y se alineó 57 encuentros en las dos siguientes campañas, conquistando un título de Premier, dos veces la FA Cup y una Community antes de volver a Brasil para jugar en el Fluminense, con el que se retiraría en 2012.
Juliano Belletti.- El héroe inesperado que siempre permanecerá en la leyenda del Barça por ser el autor del gol que le supuso la conquista de la Champions en París 2006. El lateral brasileño llegó al Camp Nou desde el Villarreal en el verano de 2004 y por 6 millones de euros.
Jugó 103 partidos en tres temporadas en el Barça antes de ser traspasado por la misma cantidad al Chelsea, donde permaneció hasta 2010, cuando se marchó, en compañía de Deco, al Fluminense.
Samuel Eto’o.- El camerunés más estimado, por siempre, en el Camp Nou. Fichaje personal de Joan Laporta, llegó desde el Mallorca por 27 millones de euros en 2004 y porque Florentino Pérez no utilizó el derecho preferencial que mantenía sobre él el Real Madrid.
Permaneció en el Barcelona hasta el verano de 2009, cuando Pep Guardiola sentenció su salida, a pesar de su excelente rendimiento a lo largo de cinco temporadas en las que marcó 130 goles en 199 partidos y conquistó 8 títulos.
Fue transferido al Inter en la operación Ibrahimovic y al cabo de cuatro años, en el verano de 2013, llegó con la carta de libertad al Chelsea desde el Anzhi. A las órdenes de Mourinho, con quien mantuvo una difícil relación, jugó 35 partidos y marcó 12 goles antes de irse al Everton. Hoy sigue en activo, en el Konyaspor de Turquía.
Cesc Fábregas.- Canterano del Barcelona, llegó a primer equipo en 2011 desde el Arsenal al que se marchó en edad cadete y previo pago de 34 millones de euros. Reclamado por Pep Guardiola, permaneció tres difíciles temporadas en el Barça, sin ganarse el cariño general del aficionado y en 2014 regresó a Inglaterra, habiendo disputado 151 partidos con el Barça.
Lo quería el Arsenal… Pero prefirió la oferta del Chelsea, que pagó 33 millones por su fichaje para convertirse en una de sus piezas fundamentales. Hasta hoy.
Pedro Rodríguez.- El último de la lista. De momento. Descubierto por Rijkaard y catapultado por Guardiola, su trascendencia en el Barça, al que se sumó desde el filial, fue sencillamente bestial.
La llegada de Neymar, sin embargo, remitió su importancia en el equipo y en el verano de 2016, después de ainearse en 321 partidos de azulgrana, forzó su traspaso al Chelsea, que pagó 27 millones de euros por su fichaje. En Stamford Bridge su tesón y calidad siguen produciendo grandes elogios alrededor del equipo.