BARCELONA -- El Barcelona de los récords, que abraza el título de Liga y disputará la final de la Copa del Rey, impuso una marca muy especial en Balaídos, presentándose al partido frente al Celta con una alineación en la que no había ningún canterano... Lo nunca visto desde hacía 16 años.
Para encontrarse un partido oficial en iguales condiciones habría que trasladarse al 6 de abril de 2002, en la jornada 33 de la temporada 2001-02, con Carles Rexach en el banquillo y un equipo formado por Bonano, Reiziger, Christanval, Abelardo, Coco, Rochemback, Cocu, Luis Enrique, Rivaldo, Overmars y Saviola. En el equipo azulgrana, que venció por 0-2 con un doblete de Saviola, entraron ya en la segunda mitad Xavi, Gabri y Motta, con lo que, al menos, sí existió algún protagonismo de La Masia.
Cuando las discusiones alrededor de la pérdida de protagonismo del fútbol base azulgrana están a la orden del día, la decisión que tomó Ernesto Valverde revoluciona como nunca se había visto el once titular.
El Barça al que Guardiola personalizó con el ascenso de hasta 17 futbolistas procedentes del Miniestadi, que conquistó el Mundial de Clubes en 2011 con nueve futbolistas formados en la cantera en el equipo inicial o que, con Tito Vilanova llegó a tener a 11 canteranos juntos en el césped quedó en nada este martes en Balaídos.
Si durante la temporada Valverde apenas si echó manos de las rotaciones y se tomó en cuenta esta circunstancia por encima de todo durante los partidos previos a la eliminatoria de Champions frente a la Roma, esta vez, con la final de Copa contra el Sevilla en el escenario el técnico removió como nunca la alineación... Y la dejó sin ningún jugador formado en las categorías inferiores del club.
Si Piqué, Iniesta y Busquets ya se quedaron en Barcelona, fuera de la convocatoria e invitando a pensar en un once inédito, el entrenador acabó de sorprender dejando en el banquillo a Messi, Luis Suárez, Umtiti, Sergi Roberto y Jordi Alba. Con ello se dio paso a una alineación absolutamente inesperada... Y de rebote descubrió que no había en el campo, de entrada, ningún jugador surgido del fútbol base azulgrana.
Si Valverde advirtió en la víspera que preparaba varios cambios en el once inicial que jugaría ante el Celta, todas las expectativas quedaron superadas de manera absoluta. De hecho, fue el primer partido de Liga desde el 19 de noviembre de 2016 (jornada 12 de la temporada 2016-17) que en la delantera azulgrana formó sin Messi ni Suárez.
Lo nunca visto. Y otra puerta abierta a la polémica alrededor de la discusión por la pérdida, evidente, de protagonismo de La Masia en el Barça.