Fútbol Americano
Paola Núñez | ESPN Digital 5y

Bale guía a un Madrid sin brillo

A los ocho minutos de juego, Gareth Bale rompió una sequía de diez partidos de Liga sin marcar. Con una volea al centro de Odriozola, Gareth Bale salvó al Real Madrid de un bochorno al firmar una victoria por la mínima en la cancha del Huesca, prácticamente condenado al descenso y que no conoce la victoria desde la primera jornada.

En un partido que reflejó como ninguno el periodo de austeridad – futbolística – que atraviesa el Real Madrid, Gareth Bale fue el único capaz de aportar algo más que un balonazo a la nada; dar alternativas a un ataque cada vez más precario.

Al Real Madrid le está costando generar juego, sobre todo fuera de casa. Esta vez ni siquera puede escudarse en haberse medido a un equipo encerrado en su área, pues por cada llegada merengue, había dos del rival – mucho más necesitado de puntos.

La pobreza de ideas en ataque se tradujo en apenas cinco oportunidades de gol en 90 minutos y solo un hombre fue capaz de intentar llevarlas a buen puerto. Madrid apenas registró cuatro disparos a gol. Los cuatro, de Gareth Bale.

El ‘commitment’ que su entrenador, Santiago Solari, le elogió en un guiño irónico 24 horas antes se tradujo en su partido más productivo desde que el argentino se hizo con las riendas del Real Madrid.

Que su sequía goleadora resonara como un gran problema no es casual. Se extendió durante tres meses en los que el conjunto merengue atravesó su peor sequía, estuvo (varias veces) al borde del naufragio en la Liga y acabó viendo un cambio en el timón después de caer por goleada en Barcelona. Fueron, en total, 802 minutos del torneo local desde que abriera el marcador al minuto 17 en la victoria por 4-1 sobre Leganés en la tercera jornada de Liga el 1 de septiembre.

Por entonces, Gareth Bale se enfilaba para firmar su mejor inicio de campaña desde que llegó al Real Madrid. Había marcado un tanto en las tres primeras jornadas de la Liga, continuando con el ritmo goleador que había iniciado en la recta final de la temporada anterior para llegar a ocho tantos en sus últimos siete partidos de Liga.

Entonces el club se aferraba al galés para llenar el vacío que dejó Cristiano. Se frotaba las manos pensando en que, sin nadie que le hiciera sombra, Bale florecería como el goleador del club.

Pero Bale por sí sólo no hace milagros. Contando el de esta tarde, apenas suma siete goles y cinco asistencias en 19 partidos. Sirvió para rescatar tres puntos para mantenerse ‘a la caza’ aunque desde la quinta posición y aún a cuatro puntos de Barcelona.

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