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Griezmann quiere ganar la Champions y un lugar en la élite

MADRID -- Antoine Griezmann se marcha en busca de una Champions y un lugar en la élite. El delantero francés ha anunciado que dejará el Atlético de Madrid al terminar la temporada este martes tras una reunión en la que estuvieron presentes el director deportivo de la institución Andrea Berta, el consejero delegado Miguel Ángel Gil Marín y el entrenador Diego Simeone.

Dicha reunión, convocada por la directiva, tenía el objetivo de despejar las dudas que habían surgido en torno a su futuro desde hacía más de tres meses. Prácticamente lo daban por perdido, según confirmó una fuente cercana al club a ESPN Deportes, pues cada vez eran más los rumores que lo ligaban al Barcelona.

El francés reconoció que su próximo club pagará la cláusula de rescisión en cuando quede rebajada de 200 a 120 millones de euros el próximo 1 de julio. Y aunque no quiso develar su destino a su todavía directiva, es un secreto a voces que será Barcelona. El equipo al que había rechazado menos de un año antes para “hacer historia” con el Atlético de Madrid.

El Balón de Oro y la Champions, los grandes motivos

La eliminación ante la Juventus en la ronda de ocatavos octavos de final de la Champions League a mediados de febrero cambió el panorama para el atacante.

El francés está convencido que la conquista del título continental era su única oportunidad de ganar ese ansiado reconocimiento individual que lo había vuelto a eludir dos meses antes: el Balón de Oro que fue a parar a manos del mediocampista del Real Madrid Luka Modric.

Quedar en tercer lugar en la votación por el Balón de Oro fue un duro golpe para Griezmann. Perder la oportunidad de guiar al Atlético hacia su primer ‘Orejona’, solo lo agravó.

Días antes de que diera inicio la Copa del Mundo en junio pasado, el francés se reunió con Miguel Ángel Gil Marín en Rusia para firmar una extensión a su contrato hasta 2023 con un sueldo astronómico de cerca de 23 millones de euros anuales. Al mismo tiempo, el consejero delegado de la institución cerró la renovación de Lucas Hernández hasta 2024, y la contratación más cara de la historia en el Atlético de Madrid, Thomas Lemar, quien llegó procedente del Mónaco por 70 millones de euros.

El Atlético de Madrid había tirado la casa por la ventana, como nunca antes, con solo un objetivo en mente: llegar a la final del 1 de junio en su casa, el Metropolitano de Madrid, para buscar su primera Champions. Y lo había hecho, en gran parte, alentado por Griezmann, gran artífice en el fichaje de Lemar .

“Los dirigentes sabían que para quedarme quería garantías deportivas. El club ha hecho esfuerzos extraordinarios y sus fichajes corresponden a nuestras necesidades”, señaló el francés tras firmar la extensión a su contrato.

Tenía las condiciones soñadas; uno de los sueldos más altos de la Liga y un equipo construido a su alrededor.

Pero el “sueño” se empezó a desvanecer muy pronto.

Griezmann no ocultó su enfado tras quedar en tercer puesto en la votación por el Balón de Oro y desde ese momento se enfocó en buscar la Champions que le daría acceso a él.

“No sé qué más tengo que hacer”, había dicho Antoine Griezmann poco antes de la gala celebrada a principios de diciembre, pues ya intuía el resultado de la votación.

Griezmann cerraba en ese momento el mejor año de su carrera como Campeón del Mundo con la selección francesa y tras haber conquistado la Europa League.

Pero se dio cuenta que no era suficiente. Necesitaba levantar una Orejona.

“A lo mejor será que La Champions League es más importante que un Mundial”, ironizó el jugador, quien insistió en que era “una pena que no lo ganara un francés”.

Se une a la salida en desbandada

A la eliminación en Champions y Copa, y el fracaso en Liga, se sumó una salida masiva, propiciada por no otra cosa que el desequilibrio causado por el aumento de sueldo a la estrella. La marcha definitiva de Diego Godín ha sido la gota que derramó el vaso para el francés.

Aunque el defensa estaba negociando con el Inter de Milán desde enero, pues el club se había quedado sin margen para aumentarle el salario – además de negarse a extender su contrato por más de un año – no fue hasta las últimas semanas cuando tomó una decisión definitiva.

La salida de su ‘compadre’ (Godín es padrino de su hija Mia) lo dejó muy afectado anímicamente. No solo perdía a su mejor amigo, sino que se empezaba a quedar solo. En marzo había perdido a otro gran aliado, Lucas Hernández, que fichó por el Bayern Munich. Y no solo son sus principales apoyos los que pondrán tierra de por medio. También Juanfran, uno de los veteranos del club, también dirá adiós al no aceptar la oferta de un año de renovación, mientras Filipe Luis sigue esperando a que el club le ofrezca un nuevo contrato.

Además, el futuro de su principal socio en ataque, Diego Costa, es incierto luego de una temporada irregular y varios roces con la directiva, mientras a Thomas Lemar, cuyo fichaje indujo el atacante, no ha terminado de aclimatarse al equipo.

Griezmann se veía solo, sin apoyos cercanos en el vestidor, y lo más grave, sin esas “garantías deportivas” que necesita para buscar su gran objetivo. Ser reconocido como jugador de elite de una vez por todas.

Antoine Griezmann se marcha como el quinto máximo goleador histórico de la institución rojiblanca, con 133 goles en 256 partidos disputados, si bien la que será su última campaña no ha sido lo esperado; aportó 21 goles y ocho asistencias en 41 partidos, y la decepción de cerrar su ciclo sin poder levantar un trofeo.