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La Masía cumplió cuatro décadas

BARCELONA -- El FC Barcelona conmemoró el domingo el 40 aniversario de la inauguración de La Masia, primera residencia para los canteranos del club que hace ahora 8 años, en 2011, se cerró con el traslado de los deportistas a la moderna residencia en Sant Joan Despí… y que permanece, inalterable, como uno de los hechos de mayor trascendencia en la historia moderna del club.

Allí ‘nació’ Messi. Y Xavi, Iniesta, Celades, Puyol, Valdés, Amor, Sergi Roberto, Guardiola, Alba, Ferrer, De la Peña, Sergi… Una colección interminable de futbolistas, algunos de los cuales entraron en el libro de oro del Barça y muchos otros que conquistaron su sueño de convertirse en jugadores profesionales en Primera o Segunda División. En España o en el extranjero… Siempre con la marca de La Masia instalada en su piel.

“Mi sueño es ganar la Champions con una alineación llena de canteranos”, proclamó un día Louis van Gaal, acusado por muchos de llenar (lo que fue cierto) la plantilla de holandeses pero cuya labor con la cantera fue fundamental con la eclosión de los Xavi, Puyol, Valdés, Reina o Gabri. El sueño, sin llegar al cénit, alcanzó la cúspide el 25 de noviembre de 2012, cuando en Valencia el Barça tuvo juntos en el campo a esos 11 canteranos.

Aquella noche el Barça visitaba al Levante y a los 14 minutos de partido una lesión de Dani Alves provocó que Tito Vilanova diera entrada a Martín Montoya en el latera. Y jugó junto a Valdés, Piqué, Puyol, Alba, Busquets, Xavi, Iniesta, Cesc, Pedro y Messi. La cuadratura del círculo. El sueño hecho realidad.

Habían pasado 33 años desde que el 20 de octubre de 1979 el presidente Josep Lluís Núñez abrió oficialmente La Masia. Guillermo Amor, Pedraza, Viñals, Lobo, Torreblanca, Sánchez, Casals, Boada… Hasta un total de 20 jóvenes futbolistas formaron parte de la primera hornada de residentes.

Ángel Pedraza, tristemente fallecido en 2011, fue el primer representante de aquella Masia que debutó en el primer equipo, en septiembre de 1980 y en un partido de la vieja Copa de la UEFA que el Barça disputó en Malta. Tiempo después se catapultó al plano Nayim, quien no llegó a triunfar de azulgrana pero se convirtió en el primer representante de la residencia que triunfaba en el extranjero, siendo figura en el Tottenham entre 1988 y 1993.

Fueron Milla y Guillermo Amor los que más alto llegaron de los primeros tiempos. El hoy director de relaciones institucionales estaba llamado al éxito desde que el 24 de septiembre de 1982 sustituyó, siendo infantil, a Maradona durante la inauguración del Miniestadi y tras ellos le llegó el turno primero a Pep Guardiola y después a Ferrer o Sergi.

Fue la casa, “era más casa que residencia” recuerda el propio Amor, en la que creció la inolvidable Quinta del Mini que conjuntó a De la Peña, Roger, Celades, Moreno, Quique y Velamazán en la última época de Johan Cruyff como entrenador, cuando el Barça dio el primer paso decidido por la cantera, poblando la plantilla de su fútbol base antes de la última y definitiva explosión.

Hoy el Real Madrid, el Atlético, el Espanyol, el Villarreal, el Athletic… Muchos clubes de la élite del fútbol español tienen su propia residencia en la que se forman jóvenes deportistas, pero fue el Barça, hace ahora 40 años, el primero en dar el paso con una apuesta tan decidida como atrevida.

“Era un proyecto prioritario en la agenda porque los jugadores de fuera de Barcelona estaban desperdigados por pisos y pensiones. La prioridad eran los estudios y la formación humana, incluso por encima de su formación deportiva porque aprobar era requisito indispensable” recordó Josep Lluís Núñez y Navarro, hijo del presidente que hizo posible aquel sueño que, con el paso de las décadas, es hoy una maravillosa realidad.