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Se partió la Eurocopa

ESPN.com/Getty Images

PARÍS -- La primera fase de la Eurocopa se cerró con la misma paridad con la que empezó: con partidos parejos, candidatos que todavía no marcaron diferencias y una sensación de que el torneo todavía está en deuda, una deuda que esperemos se empiece a saldar a partir del sábado, cuando arranquen los octavos de final.

Será una fase final muy particular, ya que se definieron dos mitades del cuadro muy distintas. De un lado, ninguno de los ocho equipos cuenta con títulos en su historial; del otro hay seis selecciones que festejaron al menos una vez, es decir, los equipos que por historia parten como favoritos para pelear hasta el final.

Repasemos los dos lados del cuadro. Por arriba: Suiza-Polonia, Croacia-Portugal, Gales-Irlanda del Norte y Hungría-Bélgica. Por abajo: Alemania-Eslovaquia, Italia-España, Francia-Irlanda e Inglaterra-Islandia. Las diferencias están bien marcadas. En la mitad de abajo hay 11 de los 14 títulos, si le asignamos a Eslovaquia el que ganara Checoslovaquia en 1976 y a Alemania los dos que se adjudicara Alemania Occidental en épocas de Guerra Fría.

Un periodista muy famoso en Francia dijo, antes de que empezara el torneo, que el sorteo estaba arreglado para que favoreciera al seleccionado local. Se debe estar tragando sus palabras, ya que en el camino hacia una hipotética final, Francia tiene en el camino a Italia, España, Alemania e Inglaterra.

Es que cuando hay tanta paridad en un torneo en el que avanzan tantos a la segunda fase (16 sobre 24, es decir, tres cuartas partes de los participantes), un par de resultados inesperados rompen el cuadro. Es lo que pasó con la derrota en el último minuto de España ante Croacia, o con el hecho de que Gales le haya quitado el primer puesto de su grupo a Inglaterra.

En definitiva, estas cosas que tiene el fútbol son las que lo vuelven más atractivo. Porque además de que vamos a ver pronto duelos de altísimo nivel como Italia-España, también hay que pensar que, del otro lado del cuadro, hay ocho equipo relamiéndose. Saben que parten todos desde el mismo lugar y que, al final del camino, hay un lugar en la final disponible.

En esa mitad, hoy creo que los dos que asoman un poco más la cabeza son Bélgica, que se recuperó del traspié ante Italia, y Croacia, una grata sorpresa, que mostró buen fútbol y terminó primera tras derrotar a una potencia como España. Pero está claro que el pronóstico es totalmente abierto.

Del lado de los históricos, el duelo entre Italia y España es claramente el más atractivo, ya que los dos llegan golpeados tras perder su último partido, y además tienen la obligación de llegar lejos tras haber sido eliminados en primera ronda en el último Mundial (para Italia, además, ya son dos Mundiales seguidos sin pasar de la fase de grupos).

España terminó pagando muy caro el penal que le atajaron a Sergio Ramos con un claro adelantamiento del arquero croata. Me rpegunto: ¿para qué siguen agregando árbitros y más árbitros, si a la hora de detectar algo tan sencillo se equivocan? Pero volviendo al punto, España intentará lo de siempre: monopolizar el balón ante un rival que se siente más cómodo en la espera para el contraataque.

Quien sobreviva a ese choque debería salir fortalecido para luego enfrentar otra dura prueba, como lo será seguramente tener por delante al campeón del mundo, una Alemania que hizo lo justo y necesario, pero ganó dos de sus tres partidos y todavía no recibió goles.

En la otra parte, sigo sosteniendo que Francia lleva las de ganar. No solamente ante Irlanda, sino probablemente ante una Inglaterra muy juvenil, que pone muchos atacantes pero juega a la inglesa (no como los equipos de la Premier, sino como sus futbolistas lo han hecho históricamente), buscando de manera frontal pero sin demasiados argumentos como para convencer.

De cualquier manera, la expectativa está puesta en que se empiecen a ver partidos más abiertos y menos calculados. Aún no hubo demasiados goles: delanteros temibles como Müller y Lewandowski todavía no anotaron, y Cristiano Ronaldo recién apareció cuando más se lo necesitaba para ayudar a que avance Portugal, convirtiéndose además en el primer jugador en la historia de la Euro que anota en cuatro ediciones.

Hasta ahora nadie ha corrido demasiados riesgos. Es hora de que eso cambie, porque el exceso de precaución puede ser la peor apuesta en esta fase en la que ya se juega a todo o nada. Felicidades.