Romelu Lukaku, figura del Manchester United, sufrió una aparatosa lesión en su partido frente al Southampton y tuvo que abandonar el terreno de juego en camilla, conectado a una bolsa de oxígeno.
El incidente ocurrió al minuto 8 del partido frente a los rojiblancos, justo cuando el delantero belga chocó de cabeza con Wesly Hoedt, defensor del equipo rival y quien le envió directo al césped.
Las asistencias médicas saltaron de inmediato a la cancha de Old Trafford y atendieron al futbolista que estaba inmóvil; tras varios minutos le llevaron en camilla, consciente, pero con mascarilla.
El golpe se produjo en la disputa de un balón por todo lo alto: El central holandés conectó al belga en la nuca y éste se desplomó de inmediato, primero de sentón y posteriormente recostado para ser auxiliado.
Marcus Rashford entró para relevar al sacudido delantero belga. La tribuna local despidió a su goleador con una lluvia de aplausos.