Vuelve la Champions League y con ella el torneo para el cual el Atlético de Madrid se ha preparado a conciencia este verano invirtiendo más de 100 millones de euros en fichajes.
Sin embargo, el debut en la competición no le podía llegar en un momento más complicado, pues el arranque de Liga ha sido bastante pobre.
El equipo de Diego Simeone ha firmado una victoria por la mínima (ante el Rayo Vallecano), una derrota y dos empates en el primer mes de competición --el último de ellos in extremis, con gol del juvenil Borja Garcés en el minuto 94 de partido.
Estos resultados han sido un duro atenuante para la moral colchonera, pues tras un verano en el que el equipo logró mantener a todas sus figuras, fichó a grandes jugadores y encima levantó la Supercopa de Europa ante el Real Madrid, el castillo de naipes se ha derrumbado a las primeras de cambio.
Simeone aseguró en rueda de prensa que no cree que el mal arranque liguero vaya a afectar al grupo de cara a la Champions League, un torneo que el club tiene entre ceja y ceja, y más que nunca este año que la final se juega en el Wanda Metropolitano. Pero más allá de la arenga del Cholo, la situación real pinta bastante más oscura.
El equipo no está funcionando como podría ser de esperar. Varios jugadores han sufrido lesiones importantes en estos primeros compases de la temporada y, además, hombres clave no están rindiendo al mejor nivel posible. El caso más claro es el de Diego Costa.
El hispano-brasileño arrancó su temporada con un golazo a Keylor Navas a los 19 segundos del pitazo inicial de la Supercopa de Europa, pero desde entonces no ha vuelto a ver puerta. Tras ser uno de los pocos que se salvaron del naufragio de la selección española en Rusia, merced de sus tres goles en la fase de grupos del Mundial para La Roja, su campaña con el club rojiblanco está dejando muchísimo que desear.
Simeone, un enamorado del fútbol racial del de Lagarto, no parece dispuesto a perderle la fe de momento, pero si el croata Nikola Kalinic es capaz de aportar goles, su situación podría cambiar drásticamente. Ya se sabe que Simeone no se casa con nadie.
Por otra parte, el primer encuentro en la Champions League será en casa del Mónaco. Radamel Falcao, viejo conocido de la afición colchonera, es el líder indiscutido del equipo del Principado, y el Tigre suele oler la sangre contra equipos que pasan por momentos complicados como el que afronta el Atlético de Madrid.
El colombiano marcó durante la fecha FIFA con Colombia, volviendo a demostrar un olfato goleador como pocos rivales en Europa. Para él, el cruce de Champions League no podía llegar en mejor momento.
Es cierto que el Mónaco ha perdido jugadores importantísimos este verano, entre ellos Thomas Lemar, fichaje estrella del Atlético de Madrid justamente, y que el equipo se encuentra a la deriva tras ser vapuleado en la Supercopa de Francia por el PSG y empezar el campeonato francés tan sólo con una victoria en el primer partido del año, pero quizás por eso el conjunto monegasco buscará plantear una encerrona ante el Atlético de Madrid jugando en casa.
Todavía revolotea en la memoria el nefasto recuerdo de los partidos ante que Qarabag en la temporada pasada para los rojiblancos.
Por lo tanto el encuentro bien podría ser un partido trampa para un Cholo Simeone que ya ha empezado a escuchar las primeras voces en contra de su gestión, tras ocho años de indiscutido liderazgo dentro del club. Sin duda es el momento de meter una marcha más para los colchoneros, pero habrá que ver si son capaces de hacerlo.