Va a ser un fin de semana movidito en Milán. El equipo rossonero ha tirado la toalla con su gran fichaje del verano pasado, Gonzalo Higuaín, quien ha dejado un muy mal sabor de boca en sus seis meses en el club.
Tanto así que el argentino ha presionado todo lo posible para que tanto el AC Milan, donde estaba cedido desde la Juventus, como su club de origen accedieran a un nuevo traspaso, esta vez hacia Londres. Allí, en el Chelsea, Higuaín se reencontrará con Maurizio Sarri, el entrenador que supuestamente mejor le ha entendido y con quien firmó su mejor temporada en Europa, con el Napoli -- 38 goles oficiales --, antes de ser traspasado por 90 millones de euros a la Juventus.
El traspaso está a expensas de un efecto dominó inaudito hasta ahora: Para que Higuaín pueda firmar con el Chelsea, Álvaro Morata deberá hacerlo con el Atlético de Madrid, club que debe antes deshacerse de Nikola Kalinic -- exjugador del AC Milan, coincidentemente -- y Gelson Martins, para poder cumplir con el límite salarial impuesto por La Liga.
Este último paso es el único que queda por cumplirse, pues los otros dos están ya completamente acordados.
Tal y como se presenta la situación, el único equipo que se queda compuesto y sin delantero es el AC Milan, pues para la Juventus no significa cambio alguno -- el Chelsea asume el resto de la cesión del Pipita Higuaín y también la opción de compra que había aceptado el conjunto milanista el verano pasado --, el Chelsea coloca a su delantero estrella en el Atlético de Madrid para hacer hueco al argentino, y los colchoneros hacen un cambio de cromos en el que creen salir ganando con el delantero internacional español.
Sin embargo el AC Milan, en una situación peliaguda en la tabla calsificatoria y fuera de las competiciones europeas, necesita sea como sea confirmar la llegada de un delantero centro para suplir la baja de Higuaín, y es ahí donde entra en escena la sensación de la temporada en Italia: Krzysztof Piatek.
El polaco del Genoa ha sorprendido por su rápida adaptación al fútbol italiano y, a sus 23 años, se ha convertido en uno de los delanteros más seguidos por los grandes equipos de Europa. En media temporada Piatek ha anotado ya 19 goles en 21 partidos oficiales, siendo con 13 el único capaz de aguantarle el paso a Cristiano Ronaldo en la Serie A.
El Genoa ya ha avisado que no pondrá ninguna facilidad para dejar marchar al delantero fichado este mismo verano desde el Cracovia por 4 millones de euros, por lo que se estima que su precio de salida no bajará los 50 millones.
El destino ha querido que el AC Milan se enfrente, justamente, al Genoa el lunes que viene, en la primera jornada de la Serie A en 2019, por lo que podrá observar a su objetivo de cerca antes de tomar una decisión.
En el plano económico, las cosas se le complican a la entidad lombarda, pues habían acordado pagar a la Juventus 36 millones por su delantero al finalizar la cesión de un año en Milán, y ahora se ven en la tesitura de fichar a otro por casi el doble y de manera inmediata.
El aspecto positivo, sin embargo, es que Piatek tiene 23 años --por 31 de Higuaín-- y todas las papeletas para convertirse en el jugador franquicia de la entidad en la próxima década. Es una gran apuesta, aunque una apuesta al fin.
La situación es bastante embarullada, pero parece que al final todas las partes involucradas quedarían bastante satisfechas. Faltan simplemente las últimas puntadas para que concluya la macro operación de manera positiva, pero una cosa es segura: Krzysztof Piatek juega el lunes que viene el partido más importante de su corta carrera.