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César Villaluz explica que se dejó de confiar en los jóvenes mexicanos

MÉXICO -- “Yo pensé que todo iba a ser color de rosa”, recuerda César Villaluz, campeón del mundo Sub 17 en 2005, que sigue en búsqueda de un lugar en Primera División. A casi 11 años de distancia de aquel logro, la realidad es que ha tenido que pelear contra lesiones, decisiones de entrenadores, disputas entre equipos y desencuentros con directivos, que le han costado, incluso, hasta quedarse sin equipo por algunos momentos.

Villaluz actualmente está en el Celaya, donde busca volver al máximo circuito, y valora lo que ha tenido que superar para mantenerse vigente. Reconoce que no ha sido fácil, sobre todo por el apoyo que en ocasiones recibe el joven mexicano, más allá de haber trascendido en la Selección en un campeonato del mundo.

“Ahorita se dejó de confiar o por algo pusieron esa regla (10/8). En selecciones menores se hicieron las cosas bastante bien porque se habían conseguido campeonatos del mundo, medalla olímpica, en la Sub 20 también se consiguieron cosas y creo que eso era aspiración para que llegaran a una Selección Mayor”, expresó el atacante en entrevista con ESPN Digital.

El ex jugador del Cruz Azul fue parte de una generación que prometía ser base del Tri con el paso de los años, pero la realidad refleja que el único constante es Héctor Moreno. De ahí en fuera, los demás han quedado relegado; otros, incluso, ya ni juegan profesionalmente.

“Al traer más extranjeros rompes el paso de los jóvenes. De la segunda generación campeona del mundo, ya fueron menos los que se mantuvieron en un proceso para Selección Mayor”, añadió.

El futbolista de 28 años cree que faltan oportunidades para los jóvenes aztecas que buscan trascender. Es algo que ha vivido con el paso de los años y que vio en algunos casos con sus ex compañeros de aquella generación campeona del mundo.

“Pasó que se fueron perdiendo las oportunidades, igual ahora con la nueva regla (10/8), las aspiraciones de toda una generación se fueron perdiendo y se fue perdiendo poco a poco. Algunos jugaron un ‘poquito’ más y otros menos. Algunos fuimos cayendo en el ascenso, mientras Héctor (Moreno) se mantiene muy bien, Vela y Giovani, igual, aunque tuvieron actividad y luego no”, indicó.

En su caso, algunas diferencias entre Jaguares y Tigres afectaron en su andar en la Primera División y llegó hasta quedarse sin equipo. El tiempo de vuelta se hizo eterno y ya que volvió, le costó tener un ritmo constante. Ahora pelea en Celaya por ganarse la titularidad y a nivel grupal, por alcanzar el máximo circuito.

“Yo pensé que todo iba a ser color de rosa. Hasta cuando estuve en Cruz Azul todo fue bastante bien, llegué a San Luis y siguió bastante bien hasta que Televisa vende al equipo y ahí comenzó todo, la bolita de nieve se fue haciendo más grande, en un torneo vendieron al equipo dos veces, se cambió de ciudad, fue el problema entre Jaguares y Tigres, luego una fractura, se fueron dando varias cosas que me afectaron y me dejaron sin jugar. Eso fue lo que más afectó para estar en una Primera División”, lamentó.

Su ilusión pasa por ser constante y regresar a una división que nunca quiso dejar. Cuando festejaba aquel título del mundo, jamás imaginó que sería tan complicado. El destino, sin embargo, ha sido distinto.

“Es parte del proyecto, por eso uno está acá, por estar en un equipo importante, que aspire a grandes cosas para regresar a Primera División, que es lo que uno quiere, lo que uno anhela y para eso estamos trabajando, para buscar minutos y buscar regresar a Primera”, destacó.