MÉXICO -- “¿En qué me puedes ayudar?”. Fue la pregunta común. La plantilla de Jaguares de Chiapas apenas vio el disparo al ángulo del ‘Hobbit’ y de inmediato se acercó al hipnotista, Luis Guillén, para solicitar ayuda. Christian Bermúdez, durante su sesión, habría confesado que el calor y el ambiente le afectaban. El terapeuta le respondió simplemente: “Haz lo que tienes que hacer…” ¡Y lo hizo! Gol.
“Le pregunté qué es lo que está sucediendo. Me dijo que la temperatura, el ambiente, estar en otro lugar para adaptarse es diferente. Cuando uno le pega al balón a un lugar con frío cambia. Me pidió que le dijera qué necesita hacer para meterla, porque fallaba. Lo único que le dije es que hiciera lo que su cuerpo, su mente, sus pies, sabían para hacer el tiro, que lo hiciera sin pensar y que todo fluyera… Y lo hizo”, explicó Guillén.
Luis es licenciado en Ciencias de la Comunicación, especializado en comunicación humana y neurocomunicación inconsciente y neurológica. Bajo esos parámetros trabajan con el proceso de hipnosis con reprogramaciones personales que es un entrenamiento sicológico más formal para generar cambios de tipo emocional, deportivo y empresarial.
Su involucramiento con los Jaguares de Chiapas se da a raíz de lo hecho por John Milton con André-Pierre Gignac. “André creyó en el proceso con una persona que hace espectáculo. Me acerqué a la directiva a ver si les interesaba y les era funcional para el mejoramiento mental deportivo. El entrenamiento físico, en cancha es primordial, pero si no tienes el mental, pues hay muchos problemas. Desde un futbolista, entrenador, empresario, con bloqueos que a veces terminan por sabotearse”.
El video que se grabó con el Hobbit es de los acercamientos más próximos a una demostración clara y precisa de los que un desbloqueo hace en instantes. El trabajo está segmentado en dos partes: Donde se hace la inducción y la parte en la que se hace el tiro. Durante mucho rato estuvo disparando y no había embocado una sola, luego del proceso hipnótico, clava en el ángulo el balón. Sólo fue mejorar el funcionamiento. La persona hace lo que sabe hacer, pero hay miedos, inseguridades y voz interna que no te deja. Cuando se controla suceden cosas increíbles”, apunta Luis.
Guillén pide que no se satanice ni se endiose el trabajo. “Hay mucho desconocimiento. Se ha hecho mucha mofa, mucha burla del proceso hipnótico y mental por todos los shows que se hacen, por todo el espectáculo, yo no hago show, mi trabajo es más serio, no hago espectáculos, es acercarme y que entiendan que no es magia, ni poderes sobrenaturales, que es neurociencia, ciencia pura que es capaz. Por algo, la CIA, el FBI se hace para mejorar el rendimiento de su personal.
“Lo que hago es muy diferente a (John) Milton, porque una parte es diseñada por mí, el proceso de Milton no me gusta porque es muy agresivo, mueve la cabeza como si tronara, se me hace duro, sé que es útil, pero a mí me da mucho temor, porque trabajamos con personas que caminan, usan su columna, entonces un mal movimiento puede generar un daño. Los procesos son diferentes. No todo mundo entra desmayado, eso se ve espectacular, pero sí todo mundo entra en la hipnosis. Esto es poco a poco, no esperen que ahora el Hobbit a partir de este momento sea otro jugador. Es una terapia y para empezar, ya se dio el primer paso”, apostilló el especialista.