Necaxa marcó su objetivo muy claro en cuanto arrancaron las acciones del Apertura 2016, y no había alternativa más que mantener la categoría. A falta de ocho jornadas de que se finalice la actividad regular en el ciclo futbolístico, los Rayos están a solo cuatro puntos de cumplir con su meta y asegurar su permanencia en la Liga MX de cara a la siguiente temporada.
La campaña consumada en el Apertura 2016 y las constantes caídas de sus enemigos más cercanos tienen a los Rayos en una situación privilegiada, al estar a solo cuatro unidades más de desentenderse de los problemas porcentuales, al menos este año.
Los Rayos cuentan con el respaldo de un Apertura 2016 tan bueno que incluso accedieron a Liguilla y ese colchón ha sido suficiente para estar lejos de problemas de descenso en este curso, de tal manera que si suma cuatro puntos más, no importa que Veracruz, sotanero en la tabla de cocientes, gane todos sus cotejos, pues los de Aguascalientes estarán salvados.
Esa primera campaña con 26 puntos conseguidos le dieron una gran ventaja al Necaxa, que este Clausura 2017 ha estado mucho más discreto al solo tener nueve unidades en el mismo número de jornadas disputadas.
Si ese es su caso, con Veracruz es todo lo distinto, pues la acumulación de resultados adversos en los últimos tres años los tiene actualmente en el último sitio de la tabla porcentual, apenas un punto debajo de Monarcas Morelia, su rival más cercano.
A lo máximo que aspiran a conseguir los Tiburones en cuanto a cociente es a 1.2647 puntos, siempre y cuando ganen sus ocho partidos restantes de Liga. Esa cifra la superaría justamente Necaxa si gana cuatro puntos más de los 24 disponibles en lo que queda de torneo. Los Rayos tienen casi asegurada su permanencia en Primera División, y solo una catástrofe combinada con la perfección del Veracruz le costaría perder la categoría.