GUADALAJARA -- Emocionadísimo hasta las lágrimas, Matías Almeyda dio la vuelta olímpica abrazado de su papá, muy cerca de su esposa, de sus hijas, de sus sobrinos y con sus pupilos cerca de él. El técnico argentino hizo campeón a Chivas al vencer en la final del Clausura 2017 a Tigres que buscaba el bicampeonato en los torneos cortos del futbol mexicano.
“¡Lo deseaba con todo el alma!”, exclamó eufórico el técnico argentino Matías Almeyda, luego de haber recorrido buenos tramos de la cancha del Estadio Chivas con los brazos en alto, ya mojado por el baño que le dieron sus pupilos y con la medalla colgándole en el cuello.
“Yo sabía que podíamos llegar a ser campeones. Siempre estuve convencido de este grupo. En un año y ocho meses este grupo de mexicanos hizo muchísimo. Se trabaja con mucha unión. Si deseaba algo en vida aparte de la salud de mi familia era este título”.
Reveló que en las últimas horas, ayer, desde la semana, “lo pensaba, lo soñaba. Yo sabía lo que me espetaba si no ganaba”.
Alabó a su grupo de jugadores. “Son grandes. Estoy totalmente agradecido con ellos. Aquí están mi papá, mi papá, mis sobrinos, mi señora, mis hijos”, dijo y se fue a seguir festejando con su padre, quien vino a México expresamente a estar en la final.