MÉXICO -- El primer encuentro de Pachuca en el Apertura 2017 en contra de Pumas tuvo un espectador estelar en las gradas del Estadio Olímpico Universitario con la presencia de Keisuke Honda, refuerzo japonés de los Tuzos.
Apenas iniciado el cotejo, el ofensivo sacó pluma y papel. Vio minuciosamente el campo y realizó algunas anotaciones en la primera media hora.
El gol de los Pumas no le gustó a Honda, quien a pesar de no realizar gestos con las llegadas de peligro de su escuadra, hizo una mueca y movió la cabeza de manera negativa al ver en la repetición del tiro libre realizado por el chileno Nicolás Castillo.
Keisuke se mantuvo recto en todo momento. No quiso comer en el lugar la botana que tenía en el palco y tampoco los tradicionales tacos de canasta. Lo único que ingirió fue agua natural.
Al finalizar los primeros 45 minutos se mantuvo sentado y atendió a la petición de las personas que le pasaron sus playeras para firmarlas, especialmente a sus compatriotas, quienes se hicieron presentes en las gradas.
Para la segunda mitad, el seleccionado japonés no cambió su manera de observar el encuentro. Realizó unas cuantas anotaciones más y en su frente de observaba un gesto de preocupación ante las fallas frente al arco rival.
Honda decidió bajar a los vestidores en el tiempo añadido y fue asediado y visto por unos últimos momentos por la afición blanquiazul, a la cual despidió de lejos.