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La increíble y curiosa historia del primer rival de Maradona

Imago7

Diego de la Torre, de 34 años, solía saltar al campo hasta adelante del equipo en forma de liderazgo. Le gustaba bajar los decibeles para que sus compañeros se sintieran más confiados. Su aporte ayudó mucho a que Cafetaleros de Tapachula saliera campeón el torneo anterior. Sin embargo, la historia siguiente será muy distinta y circunstancial.

Una lesión a mediados de julio le puso el semáforo en rojo. Sin imaginar los laberintos que tiene la vida y el futbol, se convirtió en jugador y entrenador, caso atípico en México, algo que no pasaba desde Antonio Mohamed en el 2003 con Zacatepec. Además, para hacer más rocambolesco el suceso, le tocará dar la bienvenida a Diego Armando Maradona cuando jueguen contra Dorados.

“Ufff ¿qué le diré a Diego? Que es el mejor jugador del mundo y es un orgullo competir contra él en el banquillo, que lo admiré cuando jugaba y que ojalá ayude a que crezca la Liga de Ascenso”, suspira De la Torre mientras por su cabeza da vuelta la estrategia a seguir para el partido, pero también la idea de que, en enero, volverá a pisar la cancha como futbolista. “De todas formas estoy convencido de que le podemos ganar a Dorados”.

Por ahora se entretiene con las labores de entrenador. No le han cambiado su contrato ni hay dinero extra. Pero el futbol tiene esos extraños avatares que adelantan los tiempos. Diego de la Torre, un fino mediocampista al que le faltó proyección, tuvo que colgar los botines de forma anticipada para tomar libreta y pluma y terminar su preparación de entrenador, basado en una resistencia que no conoce los pretextos.

“Es curioso, porque yo estaba en mi casa haciendo terapia de recuperación, ni siquiera viajaba con el equipo cuando regresan de Oaxaca un fin de semana y cesan a Irving Rubirosa y me dicen que me haga cargo como estratega.

El debut no pudo ser más difícil, “fue ante Ricardo 'Tuca' Ferretti, una coincidencia si quieres porque él fue quien me debutó como jugador en Toluca, en agosto de 2004, entonces, reencontrarlo 14 años después fue increíble. Me dijo que me recuperara de mi pierna, en realidad hablé con él 30 segundos y han sido los más provechosos de mi corta carrera”.

En este breve lapso donde su ausencia como futbolista se ha suplido con su fervor como entrenador, De la Torre ha batallado también contra Jorge Vikingo Dávalos y Alfonso Sosa por lo que ahora a él le tocará rendir los honores a Maradona.

“Ya me gustó esto de ser entrenador. Lo tenía planeado, pero no sabía que me iba a llegar tan rápido. Un domingo era jugador y el lunes en la mañana, el entrenador. Todo cambió, tuve que ponerme otro chip y hablar en otro lenguaje. Ya tuve que creérmela y ponerme en posición del técnico y elegir a los titulares y suplentes. A mis ex compañeros también les costó entender lo que pasaba, procuro hablarles como siempre, por ejemplo, aún les digo compañeros, no que soy su entrenador, sino que todos somos un mismo grupo”.