BUENOS AIRES -- Los jugadores extranjeros han llegado históricamente al fútbol chileno para proveer de un salto de calidad a sus equipos. Contratar foráneos era una moda al principio. Sin embargo, la nueva normativa ANFP convoca a que ahora adecuar su situación se convierta en una necesidad.
En junio los clubes deberán haber reducido las nóminas de extranjeros en sus respectivos planteles de 7 a 5 jugadores, con lo que desde este momento comienza a registrarse la mayor cantidad de jugadores asimilados en los equipos.
Hace un año, en abril de 2015, el Consejo de Presidentes de la Asociación Nacional del Fútbol Profesional aprobó la disminución de la cantidad de jugadores extranjeros en el fútbol chileno. A causa de los contratos vigentes de varios futbolistas, la medida no cobraba vigor con efecto inmediato. Pero para la temporada 2016-17, entrará en vigencia.
Algunos jugadores no nacidos en Chile se han puesto manos a la obra para dar con soluciones por su parte en este dilema que se les presenta. Han encontrado la respuesta en su nacionalización. El paraguayo Rodrigo Riquelme, defensor de Antofagasta, y los argentinos Fernando de Paul, arquero de San Luis de Quillota, y Germán Lanaro, defensor de la Universidad Católica, ya han recibido la nacionalidad chilena. Lucas Giovini, arquero argentino de Unión La Calera, y Christian Muñoz, portero argentino de Universidad de Concepción, ya se nacionalizaron hace un tiempo, y cuando obtuvieron la documentación, dejaron de ocupar cupo de extranjeros en sus equipos.
En cuanto a la nueva camada de asimilados, los nuevos naturalizados chilenos son el uruguayo Mathías Riquero, volante de Club de Deportes Iquique; Ramón Fernández, defensor argentino y Pablo Calandria, delantero e internacional juvenil argentino de O’Higgins de Rancagua; y Juan Pablo Miño, volante argentino de origen, que se desempeña en Audax Italiano.
Precismente Miño explicó recientemente en conversación con el Diario La Tercera que “empecé el trámite este año. Fue una decisión que tomamos con mi familia, mi esposa, mis padres, que ahora están en Chile. Es una buena idea nacionalizarme por el cupo de extranjero. Llevaba el tiempo suficiente en Chile como para iniciar los trámites, así que cumplí con los requisitos”.
Gustavo ‘El Duende’ Lorenzetti (30), volante argentino de la Universidad de Chile, sabe que el trámite de la nacionalización beneficia a la institución, alivia a la directiva, y proporciona una nueva vía a ‘La U’ para planificar el próximo curso recurriendo al mercado sin urgencias. “Es necesario para el club”, manifestó el 22 del cuadro azul al ser consultado sobre este tema. Lorenzetti hará el trámite, situación que también ha motivado a conseguirlo al marplatense Lucas Simón, delantero de Huachipato.
Mientras tanto, el defensor argentino de Colo Colo, Julio Barroso, se mantiene expectante y evalúa el contexto antes de decidir qué va a hacer.
Luego, hay varios clubes que deben aligerar su nómina de forasteros y deben trabajar contrarreloj en los dos próximos meses para cumplir con la nueva normativa. Universidad de Chile tiene 6 extranjeros, pero también es propietaria de otros 3 tres que juegan a préstamo en otras instituciones: Enzo Gutiérrez, goleador argentino de Palestino; Ramón Fernández, volante formoseño de O’Higgins de Rancagua; y el mendocino Leandro Benegas, delantero que milita en Audax Italiano. Se trata de jugadores que no regresarán al club de la Región Metropolitana debido a que la entidad no está interesada en recuperarlos.
‘La U’ deberá negociar la salida de por los menos dos de esos tres futbolistas. San Marcos de Arica también deberá darse prisa para encuadrarse en la nueva regla, al igual que Unión Española, San Luis de Quillota y ‘El Cacique’ Colo Colo.
Si bien la norma tiene en vilo a varios jugadores-y clubes-, proveerá de nuevos asimilados a la primera división del fútbol chileno. De ahí, a tener una buena actualidad y provocar que Juan Antonio Pizzi amplíe su listado de futbolistas seleccionables para La Roja, mediará un paso.
Una de las mejores experiencias piloto en este sentido fue la convocatoria de Pablo Hernández, jugador argentino que se desempeña actualmente en el Celta de Vigo español, quien se consagró Campeón de América en 2015 y es considerado desde hace mucho tiempo un fijo en los planes del seleccionado nacional.