BARCELONA -- España se va sacando de encima el fantasma del fracaso y se viste de candidata a 100 días del Mundial de Rusia. Olvidado el fiasco de la última Eurocopa y enterrado el hundimiento del Mundial de Brasil, la selección española acude a su primera gran cita bajo el mando de Julen Lopetegui con ambiciones renovadas y una excelente carta de presentación.
Pendiente de jugar dos amistosos de primer orden ante Alemania y Argentina, la España de Lopetegui suma 16 partidos invicta (todos), con 13 victorias y 3 empates. Una fase de clasificación para el Mundial excelente, en que solamente cedió un empate en Turín frente a Italia y victorias de categoría como la conseguida en el Bernabéu (3-0) frente a la propia Azzurra o el 0-2 en Saint-Denis sobre Francia muestran ese optimismo que se respira alrededor de un equipo al frente del cual, sin embargo, el entrenador responde con la máxima cautela.
De entrada porque el grupo que le ha caído a La Roja “es complicado, difícil y duro” en palabras del propio seleccionador, quien saludó el sorteo apartándose de cualquier optimismo alejado de la realidad.
“Marruecos se clasificó sin perder ningún partido en la fase de clasificación, Irán lo hizo sin encajar ni un gol y Portugal es la campeona de Europa”, sentenció Lopetegui, para quien el debut, ante el equipo de Cristiano Ronaldo será una auténtica prueba de fuego.
“Podría ser una final”, llegó a explicar.
LOS PROTAGONISTAS
Las sensaciones alrededor del equipo español, sin embargo, no pueden ser mejores. La renovación impulsada por el seleccionador le ha sentado a la perfección a un equipo que mantiene las señas de identidad futbolísticas que impulsó en su día Luis Aragonés y llevó a la excelencia Vicente del Bosque antes de un derrumbe que se entendió por agotamiento.
Agotamiento de una era pero, se ha demostrado, no de una idea porque la nueva España ha tomado de forma innegociable la filosofía que la encumbró para aspirar nuevamente al éxito en Rusia. Desde que el 27 de junio de 2016 España quedó fuera de la Eurocopa, el cambio ha sido evidente. Lopetegui trabaja con una base clara de futbolistas, fijos en sus esquemas con los De Gea, Piqué, Sergio Ramos, Alba, Koke, Busquets, Iniesta y David Silva al frente, indiscutibles en las alineaciones y con la presencia asegurada en el Mundial.
A su lado se entienden también en la lista definitiva los Carvajal, Reina, Morata, Thiago, Kepa, Saúl, Isco, Bartra, Sergi Roberto o Nacho… Pendiente de la decisión respecto a Diego Costa y entrando en el plano de la especulación jóvenes y otros olvidados por quienes apostó siempre un seleccionador.
De los Asensio, Aspas, Suso, Callejón, Bartra, Rodrigo, Luis Alberto, Illarra, Gerard, Vitolo, Odriozola o hasta Deulofeu saldrían los protagonistas definitivos para acudir a una cita que la España futbolística tiene marcada de manera especial.
La Roja, diez años después de conquistar una Eurocopa que dio paso a la mejor época de su historia y la colocó en la cúspide del fútbol mundial, busca reinventarse en el éxito. Peleará con Alemania y Brasil, con Argentina y, quizá, Rusia o Bélgica. O, quien sabe, Inglaterra, Francia o Uruguay.
De entrada, sin embargo, la prueba la representará Portugal, el 15 de junio en Sochi. El pistoletazo de salida en busca de una reconquista apasionante.