Rafa Márquez debe ir al Mundial, más allá de sus capacidades físicas, como un “símbolo emocional”; así lo considera el escritor mexicano Juan Villoro.
A pesar de que el defensor ha dado por cerrado su ciclo como futbolista profesional en Atlas, en palabras propias, aún mantiene la esperanza de llegar a Rusia 2018: “yo sigo ilusionado, yo sigo con el gran sueño de terminar mi carrera de esa manera (en el Mundial)".
El autor de libros como Dios es Redondo y Balón Divido recuerda ejemplos como Ricardo Enrique Bochini en México 1986 y David Beckham en Corea- Japón 2002. Bochini era ya un jugador veterano y Beckham sufría una lesión que lo hizo llegar entre algodones al Mundial. Pero el liderazgo dentro de sus respectivos grupos los convirtió en piezas indispensables.
Sobre el ídolo de Independiente de Avellandeda, Villoro mencionó que “era una leyenda del futbol argentino que ya no estaba para jugar un Mundial, sin embargo, contribuía a hacer grupo, contribuía a darle confianza a los jugadores, a contarles historias y a nivel del banquillo era como un entrenador emocional que acompañaba a (Salvador) Bilardo. Al final Bochini sólo participó unos pocos minutos en México 86, pero contribuyó al campeonato de Argentina.
Villoro considera que si Márquez está en condiciones, debe ir a Rusia 2018, ya que “es un jugador que puede ayudar a parar la defensa, es un jugador que puede aportar mucha experiencia”. Pero también destaca la necesidad de tener promesas en la cancha como Hirving Chucky Lozano para lograr lo que él llama la misteriosa combinación de jóvenes talentos y grandes experiencias que necesita el futbol.
En el plano de lo legal, el panorama poco a poco se ha vuelto más claro para el central mexicano, ha trascendido que el futbolista recibió el aval administrativo, jurídico y legal por parte de la Federación Mexicana del Futbol para ser convocado a la Selección Nacional.