LOS ÁNGELES -- La Selección Mexicana comienza con las despedidas antes de viajar rumbo a Rusia 2018 y este domingo entrenó a puerta abierta en el Rose Bowl, a un día de medirse a Gales en juego de preparación.
En Los Angeles, la intención con el Tri ha sido vender una experiencia distinta a los simples partidos amistosos que acostumbra jugar el combinado azteca en la ciudad californiana y por eso se dejó presenciar la última sesión antes de enfrentar al conjunto europeo en el Rose Bowl.
La entrada, eso sí, no fue gratuita, pues aquellos aficionados que desearon acudir a la práctica tuvieron que desembolsar 22 dólares extras, además de su boleto del partido, para seguir de cerca el entrenamiento.
Las puertas del estadio se abrieron desde una hora antes del entrenamiento y los aficionados consumieron productos y alimentos como si fuera cualquier partido. La diferencia en este caso es que solo se abrió una parte de las gradas para el ingreso de máximo 5 mil seguidores.
“Agradecemos su apoyo. Juntos nada nos detiene”, destacó Ochoa en un mensaje que compartió al tomar un micrófono. De inmediato fue aplaudido y ovacionado a unos minutos de comenzar el ensayo.
“Ochoa, Ochoa, Ochoa”, gritaron los aficionados después de cada atajada que hizo en el interescuadras. El portero del Standard Lieja fue de los más vitoreados del equipo en general.
La afición angelina simplemente disfrutó de cada momento. Por instantes ovacionaron y pidieron saludos a a Osorio; durante unos segundos se acordaron de Rodolfo Pizarro y pidieron a gritos su convocatoria, mientras que igual exigieron más regates de hombres como Giovani dos Santos o ‘Tecatito’ Corona.