BUENOS AIRES -- Bolivia recibió una inyección anímica con la llegada de Ángel Guillermo Hoyos (9 de junio de 1963, Córdoba) al comando de la Selección tras la salida de Julio César Baldivieso. El entrenador argentino, uno de los dos técnicos a los que considera más importantes Lionel Messi en su período de formación en el FC Barcelona junto al fallecido Francesc Vilanova, debutó con una victoria (2-0) frente al combinado de Perú que ha devuelto la ilusión al conjunto del altiplano en la fase de clasificación a la próxima copa del mundo.
Hoyos practicó algunos cambios en la estructura del seleccionado verdolaga como devolver a la oncena titular a dos marginados por Baldivieso como Raldes (ahora nuevamente capitán) y Escobar pero, sobre todo, fue trabajando en la mentalidad del equipo, bastante deteriorada por el hecho de que no conocía el sabor del triunfo desde el 12 de noviembre de 2015, cuando Bolivia se impuso (4-2) a Venezuela en el estadio Hernando Siles de La Paz.
De sufrir el juego frente a Argentina en el pasado mes de marzo con dos barreras (5-4-1) que no sirvieron de nada frente a la albiceleste, ante Perú este último jueves Bolivia decidió salir a jugar respetando una filosofía que parecía enterrada. Alineó Hoyos, exintegrante del staff técnico del fútbol base del Barça en el amanecer de la década de 2000, a Romel Quiñónez; Edemir Rodríguez, Ronald Raldes, Edward Zenteno, Marvin Bejarano; Pedro Azogue, Walter Flores; Jhasmani Campos, Pablo Escobar, Juan Carlos ‘Conejo’ Arce; y Marcelo Martins Moreno.
Un equipo integrado por 6 jugadores que rebasan los 30 años, con casos puntuales de extrema veteranía como los de Raldes (35), Flores y Escobar (37). Para visitar a La Roja en el estadio Monumental de Santiago, Hoyos recuperará al delantero Yasmani Duk, quien frente a Perú purgó el partido de suspensión por acumulación de tarjetas amarillas, a Martin Smedberg-Dalence, mediapunta sueco de origen boliviano por parte paterna, quien apunta a sustituir al lesionado frente a Perú Jhasmani Campos, y contará con el arquero Carlos Lampe, quien conoce a la perfección a los jugadores chilenos por el hecho de atajar para Huachipato. Lampe se perfila para hacer lo propio con Quiñónez a causa de la contractura muscular que arrastra éste en el gemelo de la pierna izquierda, aunque el mismo Quiñónez opina que podrá repetir titularidad en el Monumental.
Un jugador que puede tener minutos y cierta influencia en Macul es Bruno Miranda Villagomez, delantero boliviano que milita en la Universidad de Chile y en el que Hoyos tiene cifradas grandes esperanzas pese a sus 18 años. Miranda se destacó en el seleccionado sub-17 altiplánico durante el Sudamericano de la categoría celebrado en Paraguay en marzo de 2015. La absoluta le ha llegado pronto y es unpo de los nombres más ilusionantes del operativo renovación.
El entrenador argentino valora la importancia que ha tenido en el día a día la victoria ante el conjunto incaico pero se mantiene cauto. "Los tiempos son mínimos para disfrutar, aunque es mucho mejor trabajar y continuar ese trabajo con el triunfo", afirmó Hoyos tras el juego contra los dirigidos por Ricardo Gareca. E hizo hincapié en que "todo el mundo sabe cómo juega Chile, es un equipo difícil pero esperamos aprovechar las cinco bajas que tienen; nosotros tenemos lo nuestro y debemos valorar lo nuestro".
Frente a Chile, Hoyos confía en que el doble pivote Azogue-Flores, forme junto a Raldes y Escobar una columna férrea sobre la que se edifique la solidez de Bolivia. Por la forma de sentir el fútbol del entrenador argentino, no se espera que vaya a organizar alguna marca personal sobre Alexis Sánchez ni Arturo Vidal. La idea del entrenador es dotar en el menor tiempo posible de un funcionamiento colectivo a Bolivia, que le otorgue confianza y soltura al equipo para desarrollar sus virtudes y aptitudes para la posesión del balón, de manera agresiva en la transición ofensiva y sin ninguna clase de complejos.