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Holanda, un futbol a modo para los jugadores mexicanos

Hirving Lozano cuenta con un importante augurio de cara a su estreno en la Eredivisie de Holanda, una Liga que mantiene un amplio historial de futbolistas mexicanos; la mayoría de los casos han resultado exitosos, aunque la suerte no ha resultado igual para todos.

En 1996, Joaquín del Olmo abrió el camino con su inesperado fichaje por el Vitesse de Holanda, un equipo hasta entonces desconocido en México, pero que contaba con Leo Beenhakker en la dirección técnica; la expedición del 'Jaibo' duró sólo un año, para luego regresar al país que le vio nacer y no salir jamás.

Hasta 10 años después llegó la 'revancha' para la sangre tricolor en la Eredivisie; Carlos Salcido fue un grato representante y de ahí dio el salto hacia un futbol más competitivo: La Premier League, donde se destacó como una pieza clave del Fulham inglés.

En 2008 el nuevo mexicano en Holanda fue Francisco 'Maza' Rodríguez, quien también aprovechó su talento para dar un salto importante a la Bundesliga, un circuito de mayor nivel en el que formó parte del Stuttgart; en el mismo año, Héctor Moreno se enroló con el AZ Alkmaar, donde obtuvo el fogueo suficiente para brincar hacia la Primera de España.

Luego de ser un elemento crucial en el once del Espanyol de Barcelona, Héctor regresó a la Eredivisie para prestar sus servicios al PSV Eindhoven, que le abrió una nueva oportunidad de primer nivel, ahora como refuerzo de la histórica Roma en la Serie A de Italia.

Para 2011 llegó otro futbolista tricolor al Vitesse y de nueva cuenta, fracasó. Su labor con el club duró poco menos de un año, en el que disputó sólo dos encuentros, para luego deambular por las divisiones inferiores de España, en un equipo modesto de Portugal y regresar a México con más pena que fortuna.

En 2013, Jesús 'Tecatito' Corona llegó al Twente, que le recibió para una relación de dos años que derivó en una venta hacia el futbol de Portugal. Con el conjunto rojo anotó once goles y se convirtió en una de las principales figuras del equipo, que terminó por venderle hacia el Porto.

Ya en 2014, Andrés Guardado fichó por el PSV luego de un periodo repleto de irregularidad para su carrera; se marchó del Valencia entre abucheos, luego fracasó con el Bayer Leverkusen y finalmente encontró su hogar en un club que le homenajeaba con cánticos, pancartas y una interminable cascada de aplausos.

Con casi 22 años de edad, el 'Chucky' podría ser la siguiente gran exportación mexicana hacia los grandes clubes de Europa, que podrían consagrarlo como un refuerzo de lujo para 2023 o quizá antes, considerando la duración del contrato que recién le fue extendida al habilidoso extremo nacional.