NO HAY DUDAS; RIVER ES EL CAMPEÓN
El imponente Gigante de Arroyito era el lugar ideal para que River tuviera su fiesta, tras haber obtenido el título el fin de semana anterior. Y fue una fiesta, nomás. Sus jugadores dieron la nota de color, tiñendo exóticamente sus cabelleras, una idea concebida por el "teñido por excelencia" Eduardo Coudet.

Pero la cosa no quedó allí, ya que los millonarios se llevaron un muy buen triunfo por 3-2 ante Rosario Central, que sirvió para ratificar -por si a alguien le quedaban dudas- quién fue el mejor del torneo.

Alejandro "Chori" Domínguez (sin dudas, ya se ganó un lugar en este equipo) y Víctor Zapata pusieron rápidamente a River en ventaja, pero los pibes de Menotti se atrevieron y sobre el final del primer tiempo echaron un balde de agua fría sobre los miles de hinchas riverplatenses que coparon Rosario al llegar al empate.

Pero el desquite llegó en el complemento, cuando Fernando Cavenaghi transformó en gol un penal y llegó así a su tanto número 15, que lo consagró definitivamente como el goleador del torneo, en su primera temporada en primera y con sólo 18 años.

Las miradas también se centraron en el banco de suplentes, pues se sabía podía ser el último partido de Ramón Díaz al frente del equipo. Y lo fue nomás, ya que el lunes por la mañana quedó confirmado su alejamiento del club, tras una reunión con el presidente José María Aguilar.

"Después hablamos, muchachos..." Con su clásica frase, Ramón Díaz dejó el Monumental, tras reunirse durante 50 minutos con José María Aguilar y con otros directivos. Luego, el presidente del club confirmó la partida del Pelado y, si bien no lo oficializó, dejó entrever que el futuro técnico sería el chileno Manuel Pellegrini, quien hace horas dejó San Lorenzo.

"Teníamos ganas de cortar con esa costumbre de que el técnico sea alguien salido del club. Tampoco se trata de una cuestión económica. Sé que estamos lastimando el sentimiento del hincha", afirmó Aguilar acerca de la decisión, que por cierto, nadie entiende demasiado.

El reemplazante del "Pelado" sería Manuel Pellegrini. "Reúne las condiciones para ser el técnico de River. Ha mostrado facetas muy interesantes", sostuvo el presidente, que tratará de cerrar trato con el chileno esta misma semana.

Pero, antes de dejar el club de sus amores, Ramón se dio un gran gustito: hizo debutar a Emiliano, su hijo, en una decisión que se pareció mucho a un "me voy, pero no del todo".

TODO POR EVITAR LA PROMOCIÓN
El gran atractivo de la última fecha era saber quiénes jugarían los partidos de Promoción, en una lucha que involucraba a Unión, Lanús, Nueva Chicago y Banfield.

A lo largo de la tarde del domingo, la situación de cada uno de ellos fue cambiando vertiginosamente. Al punto que todo quedó definido en los últimos minutos de la jornada.

En Santa Fe, Unión era el más comprometido de todos. Y, para colmo, enfrentaba a Colón en el clásico de la provincia. Pero no hubo milagro. Tras un pálido 0-0 los Tatengues tendrán que jugar ahora ante Gimnasia y Esgrima de Entre Ríos (la serie comienza el jueves, en Entre Ríos, y se define el próximo domingo en Santa Fe) para intentar permanecer en Primera División. Los entrerrianos vienen de hacer una gran campaña en el Nacional B, en el que perdieron la final ante Arsenal de Sarandí.

La nota funesta del clásico fue la muerte de un joven de 23 años, que fue apuñalado en las inmediaciones del estadio, en un enfrentamiento entre barras bravas.

En Banfield, el local recibía al alicaído Independiente. Las posibilidades de salvarse eran grandes, ya que conseguiría el objetivo con un triunfo y hasta un empate. Sin embargo, las cosas se complicaron inesperadamente cuando Emiliano Rivas puso en ventaja al Rojo.

Pero cuando más se lo necesitaba, José Luis "Garrafa" Sánchez -uno de los jugadores más queridos por su gente- salió del banco de suplentes y apareció con espléndido tiro libre para marcar el camino de la victoria.

En la segunda etapa, el uruguayo Josemir Lujambio (marcó 11 goles en el torneo y seguirá su carrera en España) selló un triunfo largamente festejado.

La otra cara de la moneda fue Independiente, que por primera vez en su rica historia finalizó en la última posición de la tabla y en la temporada próxima deberá convivir más que nunca con la sombra del descenso, debido a su pobre promedio.

Otro que celebró fue Nueva Chicago, aunque el entusiasmo de sus hinchas terminó en un bochornoso final. El equipo de Ferraro no comenzó bien: el ya descendido Belgrano de Córdoba se puso en ventaja con un gol de Zárate desde afuera del área.

Pero en la segunda etapa, el defensor Herbella apareció como una tromba desde el fondo, y con dos arremetidas le dio el triunfo esperado a Chicago.

Sin embargo, el exceso de entusiasmo provocó que los imbéciles de siempre invadieran el campo de juego cuando todavía debían jugarse dos minutos, obligando al árbitro Claudio Martín a suspender el encuentro.

Fue vergonzante ver cómo estos forajidos pusieron en riesgo el gran esfuerzo realizado por los jugadores, a quienes, además, les robaron todo lo que pudieron.

El Tribunal de Disciplina de la AFA debió determinar, por ejemplo, que el partido continuara en otro estadio, para que estos falsos hinchas reciban un escarmiento de una vez por todas. Pero como suele ocurrir, todos miraron para otro lado.

Con estos resultados, quien jugará la Promoción es Lanús, al que no le alcanzó la victoria por 2-0 ante el descendido Argentinos Juniors.

Dentro del acostumbrado escándalo de cada día, hay que destacar la noble actitud de los dirigentes de Lanús, que sin especular, aceptaron su destino para dar por tierra con cualquier suspicacia, aún cuando podrían haber reclamado que el partido de Chicago fuera continuado.

El Granate se enfrentará a Huracán de Tres Arrroyos en la Promoción (el primer partido será el jueves en el estadio de Platense, ya que Consejo de Seguridad Deportiva bonaerense determinó que el estadio de Huracán no cuenta con la capacidad necesaria para este tipo de partidos. La revancha será el próximo domingo en Lanús).

ROMÁN, TE EXTRAÑAMOS
"Juro por mi hija que no vuelvo a jugar en Boca". Las palabras de Juan Román Riquelme resonaron durante toda la tarde en La Bombonera.

El ídolo Xeneize había anunciado su decisión unas horas antes de que Boca enfrentara a Newell's, culpando al entrenador Oscar Tabárez por no poder despedirse de su gente, y al presidente Mauricio Macri por frustrar su transferencia a España.

No faltaron las banderas y los cánticos de la gente haciendo referencia al hecho (muchos hablaron de "traidores"). Pero, en definitiva, también se jugaba un partido de fútbol. Y allí Boca se impuso por 1-0 a los rosarinos, con un golazo de Carlos Tévez, quien ya se perfila como la nueva figura boquense.

DEPEDIDAS VARIAS
Otro que se recibió de ídolo fue Rodolfo Montenegro, quien volvió a ser figura y a convertir un golazo (el número 11 en su cuenta personal) para que Huracán cerrara el torneo con un empate 2-2 ante Gimnasia, en el estadio Tomás A. Duccó.

Quemeros y Triperos se fueron felices, habiendo cumplido con los objetivos. Huracán zafó de la zona del descenso y sumó muchos puntos para no quedar tan comprometido en la próxima temporada, mientras que Gimnasia se despidió con el pecho inflado por haberse clasificado por primera vez en su historia para disputar la Copa Libertadores.

Quienes no tuvieron un buen final de campeonato fueron San Lorenzo y Racing.

En el último partido de Pellegrini como entrenador de los Santos, el equipo volvió a perder por goleada, esta vez ante Estudiantes, por 4-1 (el fin de semana anterior había caído por 4-0 ante Unión). Evidentemente, no era la despedida que el chileno se merecía, tras haber guiado a su equipo a la obtención del torneo Clausura y la Copa Mercosur 2001.