Fue un partido entretenido porque los dos equipos llegaron con peligrosidad, pero la solución para Boca tuvo su origen en el primer gol, el que convirtió el cada vez más efectivo Sebastián Battaglia, a los 11 minutos del segundo tiempo.

Casi sin dejar de festejar Boca aumentó por intermedio de Marcelo Delgado y entonces la victoria se tornó muy previsible.

Estudiantes se ocupó de prolongar la expectativa con el descuento que consiguió Ezequiel Maggiolo, pero Héctor Bracamonte apareció para ratificar que es un goleador que merece ser tenido en cuenta.

El primer tiempo fue interesante de punta a punta porque la pelota pasó con rapidez por la mitad de la cancha.

Estudiantes intentó plantear el cotejo lejos de su área, pero igual Boca lo superó en frecuencia de llegadas.

De todos modos el equipo que desde hace dos años conduce Néstor Craviotto complicó a su adversario al aprovechar los espacios que se le presentaron y juntar gente en ataque cuando dispuso de oportunidades.

El cero a cero parcial fue totalmente engañoso, porque abundaron las situaciones favarables, aunque en una proporción 3-1 para Boca.

En el comienzo de ese primer período Boca se mostró con mucha agilidad para armar jugadas de ataque, pero los problemas surgieron en la medida que Carlos Tévez fue mejor tomado por Ariel Zapata.

Fue improductivo el armador Ezequiel González y entonces Boca comenzó a dividir el juego y buscó por arriba a Roberto Sosa, quien estuvo generoso mostrándose y trató de aguantar la pelota, pero de nuevo resultó impreciso.

En los primeros 10 minutos Boca había tenido cuatro oportunidades, dos por intermedio de Tévez, pero una vez lo frustró Juan Carlos Docabo y al otro intento le faltó la dirección adecuada.

Boca desaprovechó dos cabezazos del Pampa Sosa porque terminaron con un margen pequeño de error.

La mejor fórmula para el conjunto del uruguayo Oscar Tabárez fue la que ofreció el Chelo Delgado, especialmente cuando se asoció con Hugo Ibarra por la derecha.

Estudiantes fue rápido en la salida y por eso más de una vez tomó a Boca mal parado.

La principal ocasión la tuvo a los 14 minutos, cuando Rodolfo Aquinó habilitó a Julián Kmet y el mediocampista a Ernesto Farías, pero tapó y se lució Roberto Abbondanzieri.

Fue una mala tarde la del Tecla, ya que en la segunda etapa tuvo otra chance muy clara y de nuevo perdió frente al arquero.

Eso sí, de cabeza, dejó solo a Lechuga Maggiolo para facilitar el descuento de su compañero de fórmula. En el final de primer tiempo Boca había perdido claridad y esa tendencia pareció acentuarse en el comienzo del segundo, ya que Estudiantes inclusive llegó a compartir más la tenencia de la pelota.

Fue en ese momento que Boca resolvió el encuentro con dos goles que fueron golpes de nocaut.

El primero tanto nació del balón que Tévez abrió para Delgado y el Chelo se lo entregó a Battaglia, el batallador mediocampista que, al ver que los defensores achicaban espacios, se metió en maniobra individual y batió a Docabo con remate de derecha.

Dos minutos después, de contraataque, Tévez se la llevó tras una falla de Pablo Quatrocchi y el uruguayo Leonardo Ramos, quienes chocaron entre ellos, y avanzó hasta el instante más adecuado para proporcionarle la pelota a Delgado, el encargado de la definición.

Boca pudo haber ampliado la diferencia, pero luego bajó un poco el ritmo y Estudiantes volvió a ser un adversario de cuidado.

Abbondanzieri rindió y aprobó ante Maggiolo y Farías, hasta que de un doble cabezazo de los delanteros el marcador de nuevo quedó a tiro.

Boca logró la ventaja tranquilizadora porque tiró Raúl Estévez, Docabo se esforzó y se vio obligado a dar un rebote, justo lo que precisaba Bracamonte para reiterar que suele estar donde corresponde.