Según trascendió en el predio de Casa Amarilla, Sosa mantuvo una conversación con Tabárez en la que le habría reconocido que sus declaraciones fueron inoportunas dado el mal momento que atraviesa Boca y los renovados cuestionamientos hacia el técnico uruguayo.

El lunes, el Pampa había dicho: "A esta situación ya no me la banco más". Y el martes siguió sin ocultar su fastidio ante los micrófonos: "Creo que no he tenido la continuidad para demostrar todo lo que puedo dar. No quiero poner excusas, porque si no hice goles el responsable soy yo, pero tampoco tuve la confianza necesaria para poder demostrarlo".

Tal vez arrepentido por contribuir a que el clima que se respira en Boca no sea el mejor, el miércoles antes del inicio del entrenamiento matutino Sosa le pidió disculpas a Tabárez, quien se las aceptó, según contaron allegados al cuerpo técnico.

Con todo, es casi un hecho que el próximo domingo, cuando Boca reciba a Chacarita Juniors, el "Pampa" le cederá la titularidad a Guillermo Barros Schelotto, quien volverá a jugar desde el inicio después de cinco meses. Incluso, existen chances de que Sosa ni siquiera integre el banco de suplentes, aunque eso depende de la evolución de Héctor Bracamonte, quien se recupera de una contusión con hematoma en el sóleo, un músculo que está debajo de los gemelos.

La resonancia magnética que se le realizó el martes confirmó que no tiene un desgarro, como se temió en un primer momento, por lo que el doctor Jorge Batista dejó abierta la posibilidad de que Bracamonte esté a disposición de Tabárez el domingo.

El miércoles, Bracamonte apenas trotó un rato alrededor de una de las canchas de Casa Amarilla y luego se sometió a una sesión de fisioquinesioterapia. Ajeno a los inconvenientes de distinta índole que sufren Sosa y Bracamonte, Guillermo Barros Schelotto demostró que se muere de ganas por volver a ser titular (hasta ahora, en el torneo Apertura jugó 23 minutos ante Vélez y otros 34 frente a Colón): estuvo muy enchufado en los trabajos de definición ordenados por el técnico y fue el último en irse de la práctica.

Cuando la mayoría de sus compañeros se habían ido al vestuario y Tabárez terminaba de conversar a solas con el volante Sebastián Battaglia, el mellizo se quedó elongando y realizando ejercicios físicos de manera muy animada.

La idea de Tabárez es que Barros Schelotto termine de ponerse a punto el domingo para llegar en las mejores condiciones al clásico de la fecha siguiente como visitante ante River, en el que Boca intentará darle a sus hinchas una de las pocas grandes alegrías del año.

A propósito, el miércoles volvió a circular la versión de que, más allá del apoyo que le brinda el presidente Mauricio Macri, la continuidad de Tabárez, cuyo contrato vence a fin de año, no resistiría otros resultados negativos frente a Chacarita y River.

En cuanto al equipo, el de Barros Schelotto por Sosa sería el único cambio que realizaría el técnico uruguayo para recibir a Chacarita el domingo desde las 15.30. En consecuencia, la formación sería con: Roberto Abbondanzieri; Nicolás Burdisso, Rolando Schiavi, Diego Crosa; Hugo Ibarra, Sebastián Battaglia, Raúl Cascini, Clemente Rodríguez; Marcelo Delgado; Barros Schelotto y Carlos Tevez.