Cómodo triunfo en el último amistoso

El Barcelona cerró su estadía de pretemporada en Suiza con una fácil victoria ante el Servette (1-4), el primer equipo de Primera División al que se ha enfrentado esta pretemporada en el exterior

GINEBRA -- El Barcelona cerró su estadía de pretemporada en Suiza con una cómoda victoria ante el Servette (1-4), el primer equipo de Primera División al que se ha enfrentado esta pretemporada.

Aunque el juego no fue tan brillante como el desplegado hace dos días frente al Lausana (0-2), el conjunto azulgrana demostró que, poco a poco, va afinando su puesta a punto, con vistas a afrontar, dentro de quince días, el partido de ida de la eliminatoria previa de la UEFA Champions League.

En este último ensayo, el entrenador del Barcelona, Louis van Gaal alineó a Bonano y Luis Enrique (los dos únicos jugadores que no habían jugado todavía, a excepción de los lesionados Andersson y Overmars) y reservó a Riquelme, con un pequeña contractura.

En un amistoso que tuvo algo más de partido oficial que los dos encuentros precedentes, el Barcelona (con su ya habitual 3-4-2-1) dominó sin brillantez, aunque con un fútbol práctico, al conjunto suizo, mucho más rodado que su rival, pues ya ha disputado cinco jornadas de la Liga de su país.

Un libre directo ejecutado magistralmente por Mendieta desde la frontal abrió el camino del triunfo al conjunto azulgrana a los cinco minutos de partido.

Luis Enrique y Kluivert pudieron ampliar la ventaja poco después, pero fue Cocu, en una triple ocasión de gol, quien marcó el segundo a la media hora de juego, después de que el Servette hubiera adelantado sus líneas en busca del empate.

Un inexistente penal de Mendieta al filo del descanso desembocó en una serie de acciones surrealistas. La primera, que Pedat, el arquero del Servette que se retiraba en este partido, se encargara de transformar, ante los gritos de ánimo de su afición, la pena máxima.

La segunda, todavía más extraña, que en la jugada inmediatamente posterior, el árbitro le anulara un gol perfectamente legal a Kluivert, quien aprovechó que el guardameta local no había regresado todavía a su arco tras la consecución del tanto, para marcar en el saque de centro.

Con el rosario de cambios tras el descanso, la segunda parte se convirtió en un banco de pruebas del que se pudieron extraer pocas conclusiones. Si acaso, que el Barcelona está cada vez más acertado de cara al gol.

Varios remates de cabeza y Gerard y Kluivert fueron el aviso previo al 1-3, que marcó Dani tras culminar una combinación entre él mismo y el delantero holandés.

Dani fallaría un penal poco después, pero antes, Cocu, hizo el definitivo 1-4, tras aprovechar una jugada embarullada dentro del área del Servette.

- EFE

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martes, 30 de julio
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