"Casi todo ha sido positivo para mí en el 2002. Salí campeón en Argentina, después vine al Real Madrid y gané la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental, además de jugar muchos minutos. Por si fuera poco he acabado el año con boda", subrayó el jugador argentino.

Cambiasso, pese a haber contraído matrimonio el pasado día 27 en Argentina, regresó al trabajo con optimismo. "Cuando me fui tenía muy claro que había que volver rápidamente y que no había tiempo para la luna de miel. Hay que seguir buscando los objetivos que nos planteamos en junio", apuntó.

El partido contra el Sevilla es muy importante para el equipo a juicio del centrocampista. "Si sumamos, nadie más lo puede hacer y nos acercaríamos más a la punta de la clasificación", dijo.

Tras el breve descanso navideño, el mes de enero se presenta para el Real Madrid cargado de compromisos. "Tenemos muchos partidos y poco descanso, pero he visto en los periódicos que nos ponen cuatro partidos de Copa del Rey en el mes de enero y primero debemos pasar la eliminatoria contra el Terrasa", indicó.

"El jueves", siguió Cambiasso, "debemos iniciar la remontada en la Liga y seguir luego ganando al Valencia. Pero la Copa también nos seduce bastante". Cambiasso comenzó la temporada sorprendiendo a todos con su fuerza y juego, pero poco a poco se ha ido diluyendo su importancia en el esquema del entrenador.

"Lo más importante es que el equipo siga jugando de la mejor manera posible, esté actuando quien esté. Si no juego y estoy en el banquillo, apoyaré a quien esté jugando", resaltó.

Una de las asignaturas pendientes del jugador argentino es su presencia en la selección albiceleste. "Cuando el seleccionador tiene que dar una convocatoria siempre se tienen esperanzas de poder estar, pero para eso lo único que puedo hacer es trabajar en mi club y esperar que mi rendimiento llame la atención del entrenador", explicó.