Después de tener un fuerte impacto en la cabeza en ese partido, por el que inicialmente pidió el cambio aunque finalmente decidió acabar el encuentro, Puyol sufrió unos mareos que le llevaron a ingresar unas horas en observación en la Clínica Asepeyo de Sant Cugat del Vallés (Barcelona).

El jugador dijo que todavía siente "un dolor cervical", pero que se encuentra "cada día un poco mejor", pero que dependerá de la evolución que tenga y de los consejos del médico y del propio entrenador, Louis Van Gaal, la decisión final de si juega o no el sábado.

"Yo siempre quiero jugar, pero tengo que seguir los consejos del médico", señaló Puyol, quien restó importancia a las bajas que tiene el equipo en defensa, ya que destacó que acaba de recuperar al central Philippe Christanval, puede utilizar en la zaga a otros jugadores no habituales en esa zona o incluso alinear a algún futbolistas del Barcelona B.

Puyol salió al paso de las declaraciones de Van Gaal el pasado domingo, cuando dijo que tras las últimas derrotas empezaba a dudar de la calidad de la plantilla. Según el canterano barcelonista, en el equipo "sí que hay calidad, ya que la mayoría de jugadores son internacionales, pero esto hay que demostrarlo en el campo". El internacional español reconoció que "hasta ahora los resultados no han sido tan buenos como esperábamos, pero estamos a tiempo de cambiar".

Los diez puntos que separan al Barcelona del líder de la Liga, la Real sociedad, "son muchos puntos", en opinión de Puyol, quien está "convencido", sin embargo, de que esta distancia "se puede recortar".

Puyol destacó que el equipo ha demostrado su calidad en la Liga de Campeones, en la que ha ganado los nueve partidos disputados, y atribuyó la mala marcha en el campeonato español a una falta de regularidad.