¿Los espíritus habrán nacido en Italia?

Aunque el Real Madrid haya recibido cuatro goles del Manchester, el "calcio" comenzó a exorcizar el "demonio blanco", convencido de que es la única opción para facilitar final italiana de Champions League

MADRID -- El "calcio" ha comenzado a exorcizar el "demonio" del Real Madrid, convencido de que sólo un adecuado conjuro puede facilitar un sueño jamás cumplido: una final italiana de la UEFA Champions League.

La pócima que se está formando combina el encendido elogio de la figura del motor del Juventus, el checo Pavel Nedved, un gran jugador; la insistencia en que el Real Madrid eliminó al Manchester United pero perdió el partido de vuelta de Old Trafford con cuatro goles en contra y el recuerdo de las derrotas del equipo blanco ante rivales italianos.

De Nedved ya no le quedan adjetivos elogiosos a la prensa italiana, que también ha puesto en marcha uno de sus juegos de influencia favoritos: colocar al rubio media punta checo como máximo favorito para el "Balón de oro".

La verdad es que Nedved está viendo un momento de juego extraordinario, una vez que logró que la hinchada de la "vecchia signora" (la vieja señora) del fútbol italiano olvidase a Zinedine Zidane.

Con 9 goles en el campeonato itaiano y 4 en la UEFA Champions League -el último al Barcelona-, Nedved es el símbolo actual del Juventus y la gran esperanza para superar al Real Madrid en las semifinales del máximo trofeo continental (partido de ida el 6 de mayo en el Santiago Bernabéu y de vuelta el 14).

Llevados por la euforia de haber situado por primera vez en la historia de la Copa de Europa a tres equipos en las semifinales, los comentaristas deportivos italianos no tienen ninguna duda de que el jugador checo es un claro aspirante al "Balón de oro", aunque reconocen que para ello el Juventus debería de ganar la UEFA Champions League.

La prensa deja al menos un resquicio a la duda, ya que reconoce que Raúl es "por el momento" el "candidato número uno" al "Balón de oro", además de añadir a otros dos jugadores del Real Madrid a la carrera: Zidane y Ronaldo, cuya aspiración es "obligatoria" después de los tres goles al Manchester United.

Nedved huye de las lisonjas y prefiere ser gentil con Raúl: "el Balón de oro se lo merece él. Yo quiero ganar la Champions".

"Me gusta porque es siempre generoso, juega siempre para el equipo, nunca para sí mismo. Marca muchísimos goles, facilita que marquen otros y corre por todo el equipo", añade Nedved.

El centrocampista checo, de 30 años de edad, reconoce también que el Real Madrid es el favorito en la eliminatoria de mayo, aunque advierte que el Juventus, dos veces campeón de Europa, hará sufrir a los blancos.

Gigi Buffon, el gran arquero del equipo turinés, comparte la opinión de Nedved y añade el segundo ingrediente del "exorcismo" turinés: "hay una cosa que me da esperanzas, los goles (cuatro) que el Real Madrid recibió con el Manchester".

"No son pocos...", dice Buffon, mientras Luciano Moggi, director general del Juventus, apela al recuerdo de la final de la UEFA Champions League de 1998 que perdieron con el Real Madrid (1-0, gol de Mijatovic), cuando Zidane lideraba a los italianos, para volcar su fe en la revancha.

"Algunas cosas llegan siempre en el momento oportuno", sostiene Moggi para ilustrar que el duelo con el Real Madrid encuentra al Juventus como líder de la difícil Liga italiana.

El tercer condimento del conjuro lo añade "La Gazzetta dello Sport" que esta semana regala a sus lectores la sexta videocasete sobre la historia del Inter, referida, casualmente o no, al triunfo del entonces equipo de Ronaldo y del chileno Iván Zamorano por 3-1 sobre el Real Madrid, el 25 de noviembre de 1998, en partido del grupo "C" de la UEFA Champions League.

El héroe del Inter, que en Madrid había perdido por dos goles a cero, obra de Fernando Hierro y Clarence Seedorf, fue Roberto Baggio.

"Il Codino", ídolo de Raúl, completó con dos goles el marcador que había abierto Zamorano, en un partido en el que también brilló Ronaldo.

Fue la UEFA Champions League de la extraña final de Barcelona, en la que el Bayern de Munich de Lotthar Matthaus perdió por 1-2 ante el Manchester United de Beckham después de ir ganando por uno a cero hasta los dos últimos minutos en que Teddy Sheringham y Ole Gunnar Solskjaer dieron la vuelta al marcador.

El Real Madrid había caído en cuartos de final ante el Dinamo de Kiev, con dos goles de Andrei Chevtchenko, y el Inter, que se juega el pase a la final de este año con el Milán, ante el Manchester United, en un mes de mayo en el que Ronaldo desmentía a los medios deportivos españoles la posibilidad de fichar por el equipo blanco.

"Seguiré en el Inter, quiero triunfar", dijo entonces Ronaldo, hoy uno de los "diablos blancos" que el "calcio" quiere dominar para escenificar en "Old Trafford", el llamado "teatro de los sueños", una final italiana.

- EFE


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