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El peruano Barco, un genio tardío que quiere conquistar el LAAC

En su Perú natal, Luis Fernando Barco vivió por largos años a apenas dos cuadras de una cancha de golf. En toda su infancia no se le ocurrió ni una vez ir a conocerla.

Pasaba sus horas libres jugando al fútbol. Y si no, al tenis. Pero nunca, jamás, pensaba en un palo de golf.

Hoy, 10 años después, es el máximo candidato al título en el Latin American Amateur Championship (LAAC), el certamen que comienza este jueves en República Dominicana y es el más importante de la región en lo que a golf de aficionados se refiere.

Y no sólo eso. Se trata del último certamen amateur que jugará en su carrera, ya que luego se pasará al terreno rentado.

¿Qué ocurrió en el medio, entre aquel chico desinteresado por el deporte de los palos y la pelotita, y este exitoso golfista?

Él mismo lo cuenta en un diálogo mano a mano con ESPN.com aquí en este entorno paradisíaco que es el complejo Casa de Campo, en la localidad de La Romana, donde en horas más dará comienzo el LAAC.

“En 2008, mi padre comenzó a jugar al golf. Yo tenía 13 y jamás había tocado un palo, pero siguiéndolo a él, empecé y me encantó. Y de ahí en más no paré nunca”, relata.

Y lo de que a partir de ese momento nunca se detuvo no es una frase vacía. Su vida dio un giro de 180 grados y en pocos años ya era la mayor promesa del golf peruano. Vivía adentro del campo.

“El golf hoy es mi vida, básicamente. Siento que si tengo una buena preparación de cara a los torneos el resultado llega, y en el golf hay tantos factores y tantas áreas adentro y afuera del campo de juego que puedes practicar muchísimo… Todo 2018 hice eso y felizmente tuve muy buenos resultados”, asegura este joven alto y espigado de sonrisa fácil que figura en el casillero 24 del ránking mundial amateur, cuestión que lo convierte en el latinoamericano mejor posicionado.

A fines de 2017 se graduó en Economía en la Universidad Purdue de Estados Unidos, donde asistió cuatro años gracias a una beca deportiva. Al recibirse, decidió tomarse un año más para terminar de consolidarse en el circuito amateur y de esa forma llegar a 2019 en el momento óptimo para convertirse en profesional.

Y vaya si fue una buena decisión.

En abril ganó el Terra Cotta Invitational en Estados Unidos, un mes después festejó en el Campeonato Internacional de Aficionados que se realizó en su país, y en junio levantó la copa en el Mexican International Amateur. Tres triunfos que le valen su condición de favorito para el LAAC.

“Trato de sacar eso de la ecuación. Definitivamente es bueno que me consideren candidato, pero me concentro más en la preparación. Siento que hice una muy buena previa de cara a esta semana. Vengo de jugar el Sudamericano en Chile, y aunque no lo hice de manera excelente, rescaté muchas cosas positivas. Al final del día, en el tee del 1 todos somos iguales, entonces tienes que enfocarte en tu juego, hacer la menor cantidad de golpes y a ver cómo termina”, señala, y parece estar más diciéndoselo a sí mismo que a este periodista.