Sorenstam, con sus 145 golpes (5 sobre el par), se despide del torneo que le ha relanzado más aún hacia la fama, y acaba una aventura de sumo interés que ha proporcionado increíbles audiencias televisivas y un seguimiento multitudinario.

El Colonial aparece liderado para el fin de semana por los estadounidenses Kenny Perry y Dan Forsman, ambos con 132 golpes (8 abajo.

El también estadounidense Jim Furyk ha ascendido hasta la tercera posición a un tiro de los líderes, tras firmar hoy 65 golpes, mientras que la cuarta plaza la comparten seis hombres, con especial relevancia para el compatriota de Sorenstam, el sueco Jesper Parnevik.Setenta y seis hombres salvaron el corte fijado en un golpe sobre par.

Un listón que no superó el español Sergio García (143 golpes) e insalvable también para la jugadora nórdica, más imprecisa que en su estreno e incapaz de mantener la serenidad ante la enorme presión a medida que avanzaba hacia el final del recorrido.Sorenstam, de 32 años, no pudo reprimir las lágrimas, que afloraron en sus ojos tras acabar su último hoyo en Fort Worth, que tímidamente la golfista quiso disimular ante la atronadora ovación que recibió del público puesto en pie.La tensión y la responsabilidad acumulada después de cinco días acaparando toda la atención acabaron por emocionar a la jugadora sueca, la mejor del mundo y que demostró estar dotada para medirse en este campo con los mejores profesionales del golf masculino.Su comienzo, no obstante, fue esperanzador.

Un "birdie" en el segundo hoyo la igualó con el par del campo, pero a partir del quinto el decorado cambió para ella.La bola lanzada por Sorenstam desde el "tee" del hoyo 5 -un par 4- fue a parar al "rough" por segundo día consecutivo, en un mal sitio que obligó a la sueca a buscar un golpe corto con el que atrapar calle y jugarse un tercer golpe a "green". Ese tiro también careció de precisión, para alejarse de bandera tras atravesar la plataforma. Un mal "chipping" y un sensacional "putt" de unos 7 metros evitaron el doble "bogey", pero no el error.

Sorenstam inició un descenso. Repitió "bogey" en el sexto y en el octavo hoyos, logrando no obstante un récord histórico al encontrarse empatada en el puesto número 83, pero repitió errores en el 10 y el 12.Un lastre que, aún así, supo frenar para acabar con 6 pares seguidos su actuación histórica en un torneo masculino y después de que Babe Zaharias lo hiciera por última vez hace 58 años, en el Abierto de Los Angeles.