Cuando se trata de la más reciente historia de Donald Sterling, estoy sorprendido de que haya una sorpresa.
¿Y si la NBA hace algo al respecto?
Eso también sería una sorpresa.
Si ustedes han puesto atención a la NBA antes de que TMZ publicara el audio de una grabación de lo que parecía ser una conversación entre el dueño de los Clippers, Donald Sterling, y su novia, entonces la opinión despectiva de Sterling acerca de los afroamericanos no debería ser una sorpresa.
Eso va de acorde con un hombre que pagó una cifra récord de $2.75 millones como indemnización por una demanda federal de bienes raíces que incluía acusaciones de que Sterling y su esposa hicieron declaraciones de que "los afroamericanos y los hispanos no eran inquilinos deseables, y que preferían inquilinos coreanos".
Va de acorde con un hombre quien enfrentó otra demanda -que no prosperó- por despido injustificado, presentada por el ex gerente general Elgin Baylor, quien reclamaba entre otras cosas, que Sterling alguna vez dijo, "Prefiero tener a un hombre caucásico sureño dirigiendo a jugadores afroamericanos pobres", y que Sterling metería a mujeres al vestidor, para que ellas admiraran los "cuerpos hermosos" de sus jugadores afroamericanos.
Va de acorde con un hombre cuya idea de celebrar el Mes de la Historia Afroamericana, que es en febrero, fue el de invitar a 1,000 niños de escasos recursos a un partido de los Clippers. En marzo.
Antes de un partido Lakers vs. Clippers en 2010, Phil Jackson -entonces coach de los Lakers- fue cuestionado acerca de la eterna mala suerte de los Clippers, y él la atribuyó al comportamiento de Donald Sterling, y al karma. "¿Cuántos incidentes ya tenemos registrados?", preguntó Jackson.
"Tuve la oportunidad de pasar cinco días escuchando las declaraciones de Donald Sterling", dijo Carl Douglas, un abogado que representó a Baylor en la demanda contra Sterling. "En esas sesiones, hubo la oportunidad de conocer el corazón y el alma de las personas. Desde esa perspectiva, puedo decir que no me sorprende nada el leer acerca del más reciente incidente. Es consistente con su historial de insensibilidad racial".
La otra consistencia: que la NBA no está dispuesto a hacer algo acerca de cualquiera de esos antecedentes previos. No hubo multas, tampoco suspensiones. Tal y como el ex comisionado David Stern lamentó el que no castigó a Phil Jackson y Pat Riley cuando sugirieron casualmente de que la liga tenía motivos para influir en las marcaciones arbitrales, lo que derivó en una teoría de la conspiración entre los aficionados de la NBA, él debe arrepentirse por la falta de sanciones a Sterling en el pasado, que llegaron hasta este punto. Ahora la creación de Stern se convierte en el problema de Adam Silver, el nuevo comisionado.
Cualquier acción tomada por Silver también sería salir del capullo protector establecido por sus colegas de la NFL y Grandes Ligas. Los comisionados han castigado frecuentemente a los dueños: Mark Cuban es uno de los principales ejemplos. Pero ellos no actúan rápidos para imponer su voluntad sobre los dueños, que esencialmente son sus patrones. Se darán cuenta de que Roger Goodell, no ha hecho nada con Jimmy Haslam, dueño de los Cleveland Browns, cuya compañía Pilot Flying J está acusada de fraude. Ni tampoco ha castigado a Jim Irsay, dueño de los Indianapolis Colts, quien fue arrestado por manejar en estado de ebriedad, y que de paso traía una gran cantidad de sustancias prohibidas. Y nadie ha obligado a los Washington Redskins a cambiar el mote del equipo, o a los Indios de Cleveland para que dejen de usar ese ridículo logotipo con el personaje del Jefe Wahoo.
Es raro que esta situación fue la que puso las fechorías de Sterling hasta el frente del mundo deportivo. Es una discusión acerca de una publicación en Instagram. Sterling quería que su novia quitara una foto de ella con Magic Johnson, porque él no quería que alguien relacionado con él fuera asociado públicamente con personas afroamericanas.
Sterling no explicó por qué no tuvo problema para ser relacionado públicamente con una mujer que es de origen afroamericano y mexicano. Hay muchas discordancias con Sterling, bien sea la conciliación que debe hacerse con cualquiera que trabaje para el equipo o apoye al equipo, o su estilo de vida y sus políticas de contratación con los Clippers que no parecen estar de acuerdo con sus puntos de vistas prejuiciosos.
La última parte no solamente es el suministro para un estudio psicológico, sino también lo que amarre las manos de la NBA. Cuando se trata de los Clippers, el historial de Sterling en cuanto a diversidad en posiciones claves dentro de la organización está a la par con cualquier equipo de la liga.
En un comunicado, Andy Roeser, presidente de los Clippers, señala, "El señor Sterling es enfático de que lo que está reflejado en esa grabación no es consistente con sus puntos de vista, creencias y sentimientos. Es la antítesis de lo que es él, lo que él cree y cómo ha vivido su vida. Él se siente terrible porque dichos sentimientos le sean atribuidos y ofrece una disculpa a cualquiera que haya sido lastimado por las mismas".
Baylor fue uno de los gerentes generales afroamericanos que más tiempo duró en su puesto, y los Clippers han contratado a cuatro entrenadores en jefe afroamericanos (además de dos entrenadores interinos)— incluyendo al coach actual, Doc Rivers.
Se necesitaría un abogado demasiado astuto para convertir la presunta protesta de Sterling por una publicación en Instagram en un problema de discriminación laboral.
"Esto es una mera publicación en internet, que palidece en comparación con algunos alegatos de conducta dolosa que le han atribuido a él y a sus negocios en el pasado", señaló Douglas. "La NBA no puede legislar tonterías como esas. No creo que haya algo que se pueda hacer. Él tiene la libertad de expresar todas sus opiniones si así lo decide".
Lo que se discute aquí es una violación mucho menor a presuntamente negarle el alquiler a ciertas personas, o negar oportunidades laborales. Ciertamente, la falta de acción en el pasado solamente motivó a Sterling a mantener sus puntos de vista raciales empleando una mente estrecha.
Luego que llegó a un acuerdo en la demanda de bienes raíces, posteriormente le presumió al diario Los Angeles Times, "No pagué un solo centavo – la compañía de seguros lo hizo. Negamos rotundamente hacer las cosas erróneas, y en lugar de que eso siguiera, la compañía aseguradora dijo que buscaría un acuerdo".
Él ganó el caso en la demanda por despido injustificado presentada por Baylor. Y su pasado no impidió que estrellas como Chris Paul y Blake Griffin firmaran contratos a largo plazo para quedarse con los Clippers.
Han sido pasos, uno tras otro, que le han dado más poder.
Lo más ridículo de la historia de TMZ es la aparente petición de Sterling a su novia de no llevar a Magic Johnson a los juegos de los Clippers. Como si el siguiente paso luego de tomarse una foto con él fuera llevarlo a uno de los partidos – o como si Magic no fuera capaz de comprar sus propias entradas para un juego de los Clippers.
Sterling no necesita preocuparse de que Johnson aparezca en un juego de los Clippers próximamente. Magic publicó en Twitter que él y su esposa no irían más a los partidos de los Clippers mientras Sterling siguiera siendo el dueño.
Y quizá esa sea la forma más viable de castigo. Si están profundamente ofendidos por las opiniones de Sterling, no vean a los Clippers. No es tan complicado legalmente como cualquier posible acción que pudiera tomar la NBA. No es tan ilógico como que los jugadores boicotearan un partido de playoffs y pulverizaran sus sueños de un campeonato, porque el dueño del equipo hizo comentarios tontos.
No compren entradas para los partidos, y motiven a que otras personas hagan lo mismo.
No vean los partidos por televisión, lo que llamaría la atención de las cadenas y sus patrocinadores. Presionen a Sterling, Silver y los otros dueños mediante el poder de las ganancias (o el riesgo de perderlas).
O podrían dejárselo a una fuerza superior. Quizá toda la indignación por este tema distraerá a los jugadores de los Clippers y descarrilará al equipo más competitivo y con más potencial de ser campeón que jamás haya tenido.
Citando una vez más a Phil Jackson, quizá no se trate de maldiciones o hechizos, "Pero creo que existe el karma".