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El capitán no se olvida

Oscar Martín y un recuerdo del campeón del '67 Fabián Mauri

BUENOS AIRES -- El encuentro se produce a la hora señalada. Abre las puertas de su casa y se muestra como un buen anfitrión. Apaga el televisor y resigna el partido de tenis que estaba mirando. La excusa lo vale: recordar al equipo que marcó un hito.

Oscar Raimundo Martín, capitán del Racing campeón de la Intercontinental en 1967, recuerda al "equipo de José", a 40 años del primer título del mundo para Argentina.

"Yo creo que revolucionó al fútbol argentino. A 24 horas de ir como visitante ya no había entradas. Todo el mundo nos quería ganar. El equipo estaba bien estructurado defensivamente, defendían y atacaban todos. Cualquiera podía hacer un gol. A pesar de que yo no hice ninguno, traté en lo posible de que lo hagan los delanteros", afirma quien fuera lateral derecho.

El camino a la gloria no fue sencillo. Fiel a sus últimos años, Racing sufría problemas económicos. "La desorganización era total. Algunos se enojan porque digo la verdad. Pero no me lo contaron, lo viví yo. En el año '64 fuimos a jugar un partido por un asado. Algunos se molestan, pero no miento", dice convencido y no hay por qué dudar de él.

Con caras nuevas y variantes tácticas se fue gestando el plantel: "Vino gente como Pizzuti y el profesor Ojeda para prácticamente con los mismos jugadores hacer la campaña que se hizo. Basile jugaba de 5, y lo pusieron "en la cueva" de 6. Perfumo jugaba al medio y lo pusieron de 2. Y también vinieron Rulli, Ferreira, Martinoli, Joao Cardoso, Miguel Angel Mori y se fue armando…".

"(Juan José) Pizzuti fue el que armó todo. Fue el que puso los pies sobre la tierra, nos dijo que había jugadores importantes, que no había figuras, que éramos todos fenómenos y que debíamos tirar para adelante", cuenta Martín, nacido el 23 de junio de 1934 en Capital Federal

Por su experiencia, justamente Martín era el líder de un plantel de jugadores experimentados y jóvenes con fuerte personalidad como Basile, Perfumo, Cejas o Díaz.

"Ellos me respetaron porque venía siendo capitán desde el '65. Sabían cómo procedía, cómo pensaba. Era un tipo que me gustaba organizar cosas. Trataba de hacerlas para adentro. Donar al hospital Roca, al Hospital de Niños, a escuelas cuando íbamos al interior. Todo en silencio. No queríamos trascender en los medios de esa forma. Todos los meses había un asado y le entregábamos una medallita con el signo al que cumplía años".

UNIDOS POR UN OBJETIVO
Después de los 39 partidos invictos y el título local en 1966, llegó la obtención de la Copa Libertadores de América, ante Nacional de Montevideo, y la posibilidad de disputar la Copa Intercontinental. El rival sería Celtic de Glasgow, el ganador de la Copa de Europa.

"La gente de Racing confiaba en nosotros porque perdíamos 1-0 y sabían que lo empatábamos o lo ganábamos. Y después se fue formando, al salir finalistas ya sabíamos que era un equipo difícil pero podíamos lograrlo", agrega Martín, quien disputó 172 partidos con la celeste y blanca entre 1963 y 1967, cuando se retiró.

"En Escocia perdimos 1-0. El partido no fue parejo porque nos metieron dentro del arco y casi a último momento pudimos armarnos. Acá en Racing ganamos 2-1. Hubo un problemita con el arquero, que dijo que le habían tirado una piedra. Tal es así que yo me acerqué, le saqué la gorra y no tenía nada. Querían crear un problema", describe Martín sobre los partidos que todos califican de batallas futbolísticas.

Una victoria por bando obligó a un desempate en campo neutral. El lugar elegido fue Montevideo, donde meses atrás se había disputado la final de la Libertadores.

"Celtic tenía un gran equipo pero en Uruguay se equivocó. En Montevideo nosotros teníamos toda la gente en contra pero lo supimos llevar bien. Cuando bajamos del avión en Carrasco ya vi que éramos contra, a pesar de que jugaba Chabay. Porque cuando pasábamos con el micro, ponían banderas verdes y blancas. Y en Pocitos nos agarraron a piedrazos, ya empezaba mal el tema. Un poco por el partido con Nacional, que empatamos 0-0 en la final de la Copa Libertadores, y se quedaron con la espina ellos que ganaban siempre de guapos. Estaba ese mito de que ganaban de guapos y nosotros dijimos que cualquier problema que surja en Montevideo, saltábamos los 11". Una clara muestra de la solidaridad que tenía el equipo de José, tanto dentro como fuera de la cancha.

EL EQUIPO DE TODOS
El final de la historia es conocido. El zapatazo de Cárdenas le dio la victoria y el título a La Academia. Un logro que no sólo disfrutó la siempre fiel hinchada de Racing, sino también los amantes del fútbol en general. Más allá de los colores. Una utopía por estos días.

"Cuando volvimos y jugamos con Independiente, salimos del vestuario y nos recibieron en doble fila. Todos los jugadores nos entregaron una banda a cada uno. De Racing a la cancha de Independiente íbamos caminando. Hoy es inédito hablar de eso".

Oscar Martín sigue ligado al club, ahora como presidente de la mutual "Glorias de Racing Club". Está compuesta por ex jugadores de la institución que se reunieron para colaborar con sus colegas que tengan problemas de salud o económicos.

La felicidad por un nuevo aniversario de la conquista más importante de la historia de Racing, no hace olvidar la falta de reconocimiento que tuvo aquel plantel.

Los campeones del '67 recibirán un tributo en la previa del clásico contra Boca Juniors y seguramente se llevarán una ovación inmensa en el Cilindro de Avellaneda.

"Que no se enoje nadie. En 40 años es la primera vez que nos hacen un homenaje serio. A no ser que hayan hecho algo y quizás acá en Villa del Parque la televisión o los medios no llegan y el correo no pasa".

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