BUENOS AIRES -- La familia Imhoff tiene motivos para festejar en este 2011. Porque además de disfrutar de un año consagratorio para Juan, con la participación en el Mundial con los Pumas como punto cúlmine y su pase al poderoso Racing Métro, sus hermanos Guillermo y Pedro alcanzaron la final con su club: Duendes, de Rosario. Ellos, pilar y medio scrum respectivamente, dialogaron con Scrum sobre su participación en una nueva final del Nacional y contaron cómo viven la actualidad del wing, de gran presente en Europa.
- ¿Qué les genera haber ganado nuevamente en la cancha del SIC?
- Guillermo: Una felicidad enorme, el SIC siempre plantea un partido que es muy divertido para jugar y por lo que hablé con los de afuera, fue también muy divertido para ver, así que es una felicidad muy grande.
- Pedro: Lo hablamos antes con los chicos, esto es como ir a jugar a La Bombonera con Boca, este es el partido que espera cualquier chico y por suerte se lo ganamos dos veces y esperemos que haya una próxima.
- Y otra vez lo ganan siendo ellos campeones de la URBA...
- G: Creo que esto se dio como un duelo de campeones y gracias a Dios lo ganamos jugando bien. Es muy difícil que dos rivales, de tan buen nivel, hagan un lindo rugby.
- Pedro, el año pasado te tocó ser suplente en San Isidro, pero esta vez pudiste arrancar jugando, ¿cómo lo tomás?
- P: Los entrenadores quisieron probar, cambiar. Duendes tiene un plantel en el que los jugadores estamos casi todos al mismo nivel, el que entra de titular no es porque sea mejor que el otro, sino que se busca variar el juego. De repente uno maneja mejor los tiempos, entonces es una técnica que usan los entrenadores.
- Este año su hermano Juan ha hecho el despegue definitivo, jugando el Mundial con Los Pumas y yéndose a jugar a Europa, ¿cómo viven ustedes lo que le toca vivir a él?
- G: Yo voy a aprovechar para mandarle un saludo muy grande, porque Juan es parte de esto. Es un jugador que le enseñó mucho al equipo, tanto en lo rugbístico como fuera de la cancha y la verdad es que estamos disfrutando mucho de su carrera y decirle que siempre se siente la falta, pero acá los chicos hacen un esfuerzo impresionante para estar cada vez más cerca de su nivel, así Duendes puede estar lo más arriba posible.
- P: Juan es el hermano del medio, el que dormía conmigo. Como te dice Guille, él se comunica todos los días. Más que nada, nos ayuda en la forma de pensar porque tiene una cabeza impresionante, desde el lunes que se enteró que jugábamos con el SIC nos decía "dale, que le vamos a ganar", y eso ayuda mucho. Se lo extraña pero no hay que ser egoísta. Que disfrute el nivel que tiene, lo que puede llegar a hacer. Ahora hay que dejarlo, y aparte así las cámaras vienen un poco para nosotros (risas).
- Y más allá de este partido, ¿lo notan pendiente de cómo le va al equipo?
- P: Sí, el está pendiente y nosotros también de cómo le va a él. El viernes pasado nos enteramos de que perdió un partido increíble y lo insultamos un poquito, je. Pero él nos sigue todo el tiempo, se la vive, nos manda mensajes por el celular para ver cómo nos iba, lo está viviendo todavía mucho.
- ¿Viajaron al Mundial para acompañarlo?
- G: No, estaba todo planeado pero se casaba mi otro hermano (Federico), así que era muy difícil. Decidimos, con el resto de la familia, que viajara sólo el que se casaba y nosotros nos quedamos acá. Así que ahora nos vamos a pasar las fiestas a París con él.
- P: No viajamos, pero ahora le vamos a robar hospedaje a fin de año, que se prepare porque lo vamos a vivir a él y a Juani Hernández, así que espero que se acostumbre.
Tras una temporada llena de alegrías, los Imhoff buscarán cerrar con un triunfo frente a La Tablada para terminar con una sonrisa. Aunque la alegría más importante está asegurada y se dará en París, cuando todos juntos levanten las copas y brinden por otro gran año cargado de buenas noticias.