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Kerber batió a Serena y dio la nota en Wimbledon

A veces, solo algunas veces, la lógica no tiene lugar. Wimbledon 2018 le dio lugar a una invitada como Angelique Kerber, que sorprendió a Serena Williams en la final, y sumó su tercer título de Grand Slam.

La victoria, contundente por cierto, de 6-3 y 6-3 en una hora y cinco minutos para ganar en La Catedral por primera vez, le dio la revancha dos años después y le impidió a Serena ganar su octavo título individual en el All England Club, y de paso igualara con la australiana Margaret Court, con 24 Majors.

Kerber rompió cuatro veces el servicio de Serena, considerado como uno de los mejores del mundo y sentenció su victoria, con rapidez, para convertirse en la primera jugadora alemana en ganar este torneo desde Steffi Graf en 1996.

Serena aspiraba a convertirse en la cuarta madre en ganar un título de Grand Slam desde que comenzó la Era Abierta, y la primera en hacerlo en Wimbledon, desde la australiana Evonne Goolagong, hace 38 años.

La menor de las Williams de 36 años, que dio a luz hace 10 meses, a su primera hija Olympia, cruzó la red tras fallar el último punto, para abrazar a Kerber, que antes había caído al suelo tapándose los ojos, y que luego corrió al palco para abrazarse a su entrenador y familiares.

Con este título, el segundo este año, y el duodécimo de su carrera, y el tercero en un 'Grande' después del Abierto de Australia y de Estados Unidos, ambos en 2016, temporada en la que logró también la medalla de plata en los JJOO de Río de Janeiro, Kerber aparecerá este lunes cuarta del mundo. Además, Angie es la primera alemana que gana Wimbledon desde Steffi Graf en 1996. Pequeño gran detalle.