Arantxa: "quiero otra vida para mí"

La tenista española Arantxa Sánchez Vicario dio por concluida su carrera profesional para iniciar una nueva etapa: "desde este momento quiero luchar fuera de la pista para lograr ser feliz y útil a la sociedad"

BARCELONA -- La tenista Arantxa Sánchez Vicario ha decidido dar por concluida su carrera profesional para iniciar una nueva etapa alejada de las pistas, tras diecisiete años dedicada en cuerpo y alma al deporte de la raqueta.

"Desde este momento quiero luchar fuera de la pista para lograr ser feliz y útil a la sociedad como una ciudadana más. Ahora empieza otra vida para mí", manifestó Arantxa en conferencia de prensa.

Visiblemente emocionada, la tenista catalana eligió el Open Sports Club, la escuela que dirigen su hermano Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal, para despedirse del mundo del tenis.

Junto a ella estuvieron sus padres, sus hermanos Marisa y Emilio, su entrenador y actual pareja, Antonio Hernández, e incluso sus dos perros: Roland (por su primera victoria en el Abierto de París) y Tina (en honor a Martina Navratilova, la tenista que se lo regaló hace un año).

El presidente de la Real Federación Española de Tenis, Agustí Pujol; su homólogo en la federación catalana, Josep Ferrer Peris; el secretario del deporte de la Generalitat, Josep Maldonado; y el capitán de Copa Federación, Miquel Margets, entre otros, tampoco quisieron perderse el adiós de Arantxa.

La menor de los Sánchez Vicario hizo un repaso a su carrera y aseguró que ha conseguido "todo lo que un deportista puede soñar: reconocimiento, triunfos y mucho cariño".

"Cada torneo ha sido importante para mí: tres Roland Garros, un Open de Estados Unidos, cinco Copas Federación, cuatro medallas olímpicas y lograr el número uno de la clasificación ha sido más de lo que yo podía soñar", manifestó.

Sin embargo, el galardón del que más orgullosa se siente es el Premio Príncipe de Asturias del Deporte, que recibió en 1998. "Lo valoro de una forma especial, porque supone un alto honor deportivo y humano", explicó.

En el aspecto deportivo, Arantxa admitió que sólo le ha faltado un sueño por cumplir: "Ser abanderada española en un Juegos Olímpicos".

La tenista catalana quiso agradecer a su familia y a la prensa el apoyo incondicional que le han mostrado a lo largo de estos años e insistió en que su decisión de retirarse no la ha tomado de un día para otro.

"No ha sido una decisión fácil para mí dejar la competición pero, sinceramente, había llegado el momento de afrontarlo. Llevaba tiempo pensándolo y finalmente he decidido que había llegado el momento. A un deportista le llega su momento y uno mejor que nadie lo sabe", indicó.

Ahora, Arantxa quiere tomarse un respiro antes de decidir si seguirá vinculada, de algún modo, al mundo del tenis. Por ejemplo, como capitana de la Copa Federación, cargo que ya le ha sido ofrecido.

La menor de los Sánchez Vicario ya no disputará el próximo Masters Nacional, que se disputará del 21 al 24 de noviembre en el Palau Sant Jordi, pero espera decir adiós muy pronto vestida de corto y empuñando un raqueta.

"Mi deseo es despedirme de mis compañeras y del público en la pista", adelantó.

-EFE

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