"La verdad es que cuando ella empieza a jugar su mejor tenis es muy difícil de ganar. Eso es lo que ocurrió en el tramo final del partido. Aumentó el ritmo y empezó a ajustar cada vez más las bolas. Tuvo un final sensacional y hay que felicitarla", reconoció la tenista belga, que no pudo alcanzar su primera final en un Grand Slam.

Clijsters, que llegó a tener una ventaja de 5-1 y 40-15 en el tercer y último set desperdició una gran ocasión de derrotar a Serena. La tenista belga cometió dos dobles faltas consecutivas.

"Pero no solo fueron las dos dobles faltas. La clave fue que ella empezó a jugar mucho más agresiva y bastante más fuerte en relación a cómo había transcurrido el partido", insistió.

"Estoy un poco decepcionada por no haber podido ganar. Es lógico pero por otro lado ella estuvo mejor, creció en su juego y consiguió dar la vuelta al partido. Eso tiene un mérito que hay que reconocerlo. Cuando disfruté de las dos bolas de partido ella jugó increíble y eso hay que destacarlo", reiteró la tenista belga, que asumió de buen grado la derrota.

"Lo único que yo podía hacer era acertar con los primeros servicios. Por eso arriesgué un poco en los saques. Era la única forma de parar la fuerza y la comodidad con la que empezó a jugar. Hay que felicitarla", agregó la tenista, que rechazó que el parón de más de diez minutos provocado por la lesión de Serena Williams alterara su concentración.

Clijsters asume la superioridad actual de las hermanas Williams en el circuito femenino. "Ellas aglutinan muchas cosas. Experiencia y un duro trabajo. Este es mi cuarto año en el circuito y he aprendido que puedes ganar o perder pero lo importante es progresar para que los éxitos lleguen. Ahora soy más consistente y creo que eso es lo principal, progresar".

La posible vuelta a la competición de la alemana Steffi Graf como compañera de dobles de su marido Andre Agassi mereció el comentario de Kim Clijsters, relacionada sentimentalmente con el número uno del mundo, el australiano Lleyton Hewitt.