Sin pedir tiempo para aclimatarse a la competencia nacional más poderosa de Europa, ni disculpas por no respetar los antecedentes de otras figuras ya consagradas, este alero de 23 años y 2,03 de altura se transformó en una de las atracciones del torneo y provocó que clubes de la importancia del Real Madrid, Tau Cerámica o Unicaja Málaga, ya inicien contactos para contratarlo en la próxima temporada.

Verdaderamente fue llegar y triunfar. Con un estilo tan eficaz como espectacular se da el lujo de encabezar la tabla de anotadores con 21,7 puntos de promedio y ser segundo entre los reboteros, con 9,7 por juego, lo que le valió ser nominado cuatro veces como jugador de la semana y del mes de enero.

Pero como para reafirmar que lo suyo no estaba en las cálculos de nadie, el propio Herrmann se reconoce sorprendido en esa nota con ESPNdeportes.com.

- No imaginaba rendir a buen nivel tan rápido. Vine preparado para tener de arranque poca participación en una liga que es muy competitiva. Sin embargo desde el primer partido tuve mucho protagonismo. Eso me dio confianza y hoy estoy a gusto en un equipo que juega para mí. El técnico (Oscar Quintana) me dio libertades para jugar y lo supe aprovechar. Tuve suerte porque arranqué en buena racha y eso hizo que mis compañeros también confíen en lo que hago. Veo que los rivales cada vez me defienden más duro, lo que demuestra que me consideran un jugador importante. Ya no soy un desconocido.

- ¿Cómo explicás el impacto que provocaste en esta Liga?

- La verdad, no lo sé. Yo juego igual que siempre, con el mismo estilo que tenía en Olimpia y Atenas en Argentina. Me adapté muy rápido. Vine a ganarme un lugar en esta Liga y creo que lo estoy logrando. Mi experiencia en la Liga Argentina fue fundamental para mi adaptación. En Argentina con 20 ó 21 años ya estamos acostumbrados a las presiones de un torneo profesional. Eso en España no pasa, por eso tenemos ventajas.

- ¿Y cómo llevás ser la revelación del torneo?

Por ahora bien. La prensa habla mucho de mí y ya tengo varias ofertas para el año próximo. Podría marearme, pero trato de estar ubicado y tranquilo. Ya acordé con los dirigentes que para el próximo torneo me transferirán. Estoy agradecido a Fuenlabrada de haberme dado la oportunidad de mostrarme y quiero terminar bien esta temporada. Sin embargo, mi sueño es llegar a un equipo grande, que luche por el campeonato.

- En la ciudad ya sos todo un ídolo...

- La gente me muestra mucho cariño, porque Fuenlabrada es una ciudad chica, que está muy pendiente del equipo. Eso es bueno, porque te hacen sentir bien y con ganas de dejar todo en la cancha.

- ¿La defensa sigue siendo tu punto débil?

- Mi juego en España mejoró en la actitud defensiva. En Argentina se permite que uno se afloje en defensa, en España se exige más. No soy un gran defensor, pero trato de mejorar. También hay que aceptar que si juego casi los 40 minutos, es imposible mantener la intensidad defensiva en ese lapso. Lo normal es que a veces no defiendas con tanta dureza.

- ¿Cómo te sentiste enfrentando a Bodiroga, que es el mejor de Europa?

- Era el enfrentamiento que más esperaba. No lo conocía, lo empecé a seguir a partir del Mundial y me deslumbró. Cuando jugamos contra Barcelona quedé conforme con mi rendimiento. Lo compliqué cuando me tuvo que marcar, aunque él también es bravo en ataque.

- En Argentina te viste involucrado en situaciones que pusieron en duda tu disciplina. ¿Cómo vivís un ambiente más profesional como el de España?

- Es cierto que en Argentina tuve algunos conflictos fuera de la cancha, pero acá estoy bien. Los dirigentes me marcaron algunos límites y los respeto. Lo único que busco es consolidarme en esta liga y me dedico solo a eso. Como las cosas están saliendo bien, no quiero perjudicarme con nada extra basquetbolístico. A la noche casi no salgo, algo que en Argentina es más común. Tal vez hice algunas cosas indebidas, pero no me arrepiento.

- ¿Creés que llegó tu turno en la selección argentina?

- No haber ido al Mundial me bajoneó. Espero tener una oportunidad este año en la selección. Todos saben que quiero estar en ese equipo, pero eso lo decide el entrenador. Nunca dije que no me interesaba la selección. Todo lo contrario. Trato de hacer las cosas bien en España para que me tengan en cuenta. Magnano me conoce y sabe lo que puedo dar. Soy un alero que anota, que colabora en los rebotes y que mejoró en defensa.

- ¿Tenés que estar en la selección?