Fabricio Oberto: presente y futuro

La conquista de la Copa ULEB con el Pamesa Valencia lo ratifica como garantía para los equipos que quieren ser ganadores. En una entrevista exclusiva para ESPNdeportes.com, Oberto habla de su presente, del sueño de la NBA y de la selección argentina

BUENOS AIRES -- Pocos jugadores del básquetbol europeo pueden darse el lujo de Fabricio Oberto. El pivote argentino goza hoy de un respeto enorme en el ambiente más competitivo después de la NBA.

Su rendimiento constante, que se afirma en una actitud inquebrantable, una regularidad sorprendente y una eficacia distintiva lo distinguen de muchos de sus colegas.

Su valorado juego empezó en este último tiempo a coronarse con los títulos, ese ingrediente que le permite a un buen jugador convertirse en estrella.

La flamante conquista de la Copa ULEB con el Pamesa Valencia, que venció al Novo Mesto de Eslovia en el partido revancha por 78-76, no hace otra cosa que ratificar que Oberto es un certificado de garantía para los equipos que aspiran convertirse en ganadores.

"Cumplimos el objetivo más importante que nos pusimos a comienzos de temporada, ya que este título, además de darnos jerarquía, nos permitirá disputar el año próximo la Euroliga, lo que significa estar entre los mejores. Demostramos ue supimos asumir la responsabilidad de ser los favoritos.

Este Valencia tiene una mezcla interesante de experiencia y juventud. En la definición resultaron claves los 12 puntos logrados de ventaja en Eslovenia. Eso nos dio tranquilidad para definir en casa", le expresó a ESPNdeportes.com el pivote, que en el último partido sumó 13 puntos y 8 rebotes.

--¿Este título lo tomás diferente a los dos que lograste con Tau el año pasado?
--La alegría es la misma y es algo que le agrega brillo a mi carrera. Está claro que un logro así hace que te consideren más en Europa, pero también es una responsabilidad, porque te obliga a jugar cada día mejor.

--¿Con este resultado se justifica tu decisión de dejar el Tau, siendo campeón, y empezar en otro equipo?
--Fue difícil tomar la decisión de dejar el Tau, pero fue un acierto fichar por Valencia, porque es un equipo que se armó para pelear por todos los títulos y yo me siento protagonista.

La idea era ganar la Copa ULEB para estar en la Euroliga en la próxima temporada y mi sueño es salir campeón de Europa. Estoy cómodo en un club con el que tengo dos años más de contrato.

Del Tau tengo un excelente recuerdo de los entrenadores, porque en su momento Julio Lamas me tuvo confianza al llevarme y eso me ayudó a volver a mi nivel. Hacia Dusko Ivanovic tengo el mayor respeto, porque me formó una mentalidad muy fuerte. Su estilo disciplinado y recto me marcó y eso se lo valoro. No me fui del Tau por problemas con él, al contrario, rescato como positivo haber trabajado en un equipo suyo.

--¿Coincidís en que este es tu mejor momento?
Espero que no sea el mejor. Se puede pensar eso porque vengo de ganar dos títulos con el Tau en la temporada pasada, la medalla de plata en el Mundial con Argentina y este buen presente con Valencia, pero aspiro a seguir mejorando.

--Pero muchos te consideran el mejor pivote de Europa...
--Eso dicen algunos. No me considero el mejor, el que domina. A mí me interesa al final de la temporada estar en el equipo campeón. Es un orgullo que lo digan, porque significa que valoran mi esfuerzo, pero a mí también me recuerda que pasé malos momentos, que no todo fue fácil.

Me alegra saber que recuperé un lugar de importancia después de la mala experiencia en el Olympiakos de Grecia en 1999, que me dejó siete meses sin jugar. Guste o no, los títulos le dan brillo a la carrera de un deportista y me alegro haber conseguido otro en mi trayectoria.

--Lo que se nota es una enorme evolución en tu juego.
--Hoy soy un jugador distinto al de hace unos años atrás, soy más completo. En Europa muchas veces me utilizan como jugador defensivo, tarea que no me desagrada realizar.

En algún momento me encasillaron como un jugador que sólo podía defender y rebotear, pero en los últimos dos años empecé a utilizar más mi juego en el poste bajo y logré más protagonismo ofensivo.

Ahora soy un jugador que hace lo que necesita el equipo. En la actualidad los pivotes tienden a abrirse para tirar. Yo soy un pivote clásico, que juega cerca del cesto.

--Siempre se te consideró un jugador responsable y sacrificado. ¿Cuánto influye eso en tu carrera?
-- El sacrificio y la conducta son fundamentales en mi trayectoria. Siempre me considero un jugador que trabaja. no soy un talentoso que entrena poco, pero va al partido y se destaca.

No tengo talento, todo lo que mejoré fue en base a entrenamiento. Cuidarme en las comidas, tomar vitaminas, prepararme el físico fueron cosas que hice siempre y eso me ayuda. Por eso la frase que me guía como deportista es: "Exito en el único lugar que está antes que trabajo es en el diccionario".

A los 23 años me encontré jugando en Grecia con 20 mil personas y eso puede marear a cualquiera. Ahí me di cuenta que si quería seguir en esa nivel tenía que entrenar mucho.

--En este presente brillante, ¿dónde entra la NBA?
--Sigo teniendo el sueño de llegar a la NBA, pero más calmado, después de la mala experiencia con los Knicks de Nueva York. En un momento estuve obsesionado y eso hizo que no disfrutara algunos momentos lindos que tuve.

Hoy creo haber hecho cosas para tener un lugar en la NBA, aunque en Europa tengo un nombre y un precio. Cuando algún equipo necesite un jugador como yo, espero estar disponible para ocupar ese lugar. Me gustaría llegar, pero con cierto protagonismo. --¿Con qué expectativas volverás a la selección?
--Espero con ganas reencontrarme con la selección. El plantel tiene una relación excelente y me provoca mucho placer estar en ese grupo. No sé si seré el nuevo líder del equipo.

Ese lugar lo ocupaba muy bien Hugo (Sconochini), porque tenía personalidad para eso. Ahora quedé como uno de los veteranos del equipo y si los muchachos creen que puedo cumplir esa tarea, la haré con gusto.

Nunca más dejaré de lado la selección como en 1999, cuando prioricé la posibilidad de ir a la NBA. Argentina ya no es una revelación, a partir de ahora tenemos que aspirar a estar entre los cuatro primeros en todos los torneos. Para nuestros rivales seremos una motivación, porque fuimos los primeros en ganarle a Dream Team.

ALEJANDRO PÉREZ es periodista especializado en básquetbol desde 1986. Se desempeña como cronista del diario Clarín desde 1994. Además, es el relator de los partidos de básquetbol internacional de ESPN, columnista del SportsCenter Latino y de ESPNdeportes.com.

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