Ante una definición de uno de los periodistas presentes, claró Ginobili que "lo de campeones morales no es que existe tanto. Es obvio que estamos orgullosos de todo lo que hicimos, de los resultados que alcanzamos, pero tenemos la desilusión de no habernos traído en el pecho el oro que merecíamos".

"De que nos robaron, creo que nadie tiene la más mínima duda. Yo no sé si es por cobardía del árbitro, porque realmente no lo vio, porque estaba apretado o qué, pero creo que de los tres, uno, foul fue. Así que todos tenemos la misma sensación, la sensación de que nos robaron. Y la razón por la cuál, habría que preguntarle al griego o al dominicano", apuntó, en la conferencia de prensa brindada esta mañana por la delegación en Ezeiza, a su regreso al país.

En cuanto al momento en que sintieron hasta dónde podían llegar, señaló el jugador que "nos empezamos a dar cuenta una vez que le ganamos a Rusia claramente. Creo que ahí vimos que el nivel nuestro estaba siendo muy bueno, que se podía seguir mejorando. Y creo que en el momento en que le ganamos al Dream Team, nos creíamos imparables".

En cuanto a la lesión que no le permitió jugar en plenitud la final con Yugoslavia, manifestó Ginobili que "si hay una virtud que tenía este equipo, es que ninguno era indispensable. Eso teníamos a favor sobre muchos otros equipos que por ahí tenían una figura que sabíamos que si no jugaba, no pasaba nada".

"Nosotros teníamos doce jugadores que los doce podían estar en el campo y lo demostramos en la final sobre todo. Prácticamente se le ganó a Yugoslavia en este caso sin mí, como pudo haber sido sin algún otro. Cuando uno falta, tus compañeros tratan siempre de dar un poquito más y reemplazarte", explicó.