El panorama es oscuro para los Tigres

Detroit, club que no tiene balance positivo desde 1993, arranca una campaña más con innumerables incógnitas y con mánager nuevo en Alan Trammel, figura legendaria del equipo

Trammell tendrá las manos bastante ocupadas, tratando de guiar a su joven equipo. (AP)
El cuerpo técnico de los Tigres de Detroit está repleto con varias de las luminarias del glorioso equipo que en 1984 ganó la Serie Mundial.

La idea es sencilla: el aura de Allan Trammell, Kirk Gibson y Lance Parrish podría servir de inspiración para un plantel lleno de jóvenes.

Otra meta es sacudir la apatía de sus aficionados, hartos de que su equipo se haya convertido en el hazmerreír de los demás en la división central de la Liga Americana.

Pero que nadie se engañe: las posibilidades de que Detroit irá lejos este año son remotas por decir lo menos.

Los Tigres no completan un temporada con promedio de 500 desde 1993 y son el equipo que más derrotas ha encajado en la última década.

Trammell, un ex torpedero a quien se le encargó la dirección del equipo, deberá hacer milagros para siquiera evitar que los Tigres vuelvan a perder la friolera de 106 derrotas que sufrió el año pasado.

Pero las cosas no pintan bien para el 2003. Los "felinos" se desprendieron de cuatro de sus mejores jugadores durante el receso: el receptor Roberto Fick, el inicialista Randall Simon, el pitcher Mark Redman y el cerrador mexicano Juan Acevedo.

Detroit fue un desastre de los pies a la cabeza. En ofensiva fueron últimos en las mayores en carreras anotadas, jonrones y slugging.

Tras dejar ir a Jeff Weaver a los Yankees y Redman a los Marlins el año pasado, Detroit ha tenido que recomponer su rotación.

Pero ninguno de los abridores se amolda a la semblanza de un as.

El nudillero Steve Sparks (8-16, 5.52) será el encargado de llevar la batuta en un elenco que completan los zurdos Mike Maroth (6-10, 4.48) y Andy Van Hekken (1-3, 3.00); y los derechos Nate Cornejo (1-5, 5.04) y Jeremy Bonderman (9-9, 3.79), que es un novato.

La salida de Acevedo, debido a razones financieras, le abrió las puertas a Matt Anderson (2-1, 9.00) para ser el taponero y contará con la ayuda del novato dominicano Franklyn Germán, cuya recta oscila entre las 94 y 99 millas por hora.

A diferencia de otros equipos mediocres, los Tigres cuentan con un presupuesto que no es del todo austero: aproximadamente 56 millones de dólares.

Pero lo malo es que veteranos como Bobby Higginson, Dmitri Young, Dean Palmer y Damion Easley no han estado a la altura de la inversión que se hizo en ellos.

El letargo ofensivo podría ser despertado por el regreso del antesalista Palmer, quien estuvo inactivo prácticamente toda la pesa temporada por lesiones en el hombro y cuello.

Los Tigres consideran al dominicano Carlos Peña (242, 19 jonrones y 52 remolcadas) como su inicialista para el futuro y suelen mencionar su potencial para conectar arriba de los 30 vuelacercas.

Easley (224, 8, 30) sigue firme en la intermedia y se combinará con Ramón Santiago (243, 4, 20), otro dominicano que promete mucho.

El regreso de Palmer podría darle la protección que el jardinero derecho Higginson (282, 10, 63) no tiene desde que el boricua Juan González se marchó tras el 2001.

Dmitri Young (284, 7, 27) pasa del cuadro interior al jardín izquierdo, mientras Gene Kingsale (278, 2, 28) sigue como guardabosque central.

Tampoco se puede descartar al escurridizo boricua Andrés Torres, quien puede jugar en las tres posiciones de los jardineros. En cinco campañas en las menores ha acumulado 180 bases robadas.

El bateador designado será Eric Munson, quien en las menores mostró gran poder con el madero.

Brandon Inge (202, 7, 24) bateó casi nada, pero su aporte como receptor no tiene precio.

-AP

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martes, 25 de marzo
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