"Daría cualquier cosa por estar afuera"

El boxeador cordobés Diego "Rocky" Giménez, detenido en la unidad penitenciaria de Villa María por conducir un automóvil robado, dijó que extraña a su familia y que hay policías que lo quieren ver en la cárcel

BUENOS AIRES -- El boxeador cordobés Diego Rocky Giménez, detenido en la unidad penitenciaria de Villa María por conducir un automóvil robado, confesó que "daría cualquier cosa por estar afuera".

Giménez, quien ya había estado preso en 1998 durante ocho meses por delitos contra la propiedad, cuando era todavía un puglista aficionado, expresó que "volver a estar acá, encontrarme con todo esto después de tanto tiempo es durísimo. Pienso en mi hijo, en mi señora que llora cada vez que viene".

"Las horas se hacen interminables. Y eso que hago gimnasia. Pero no se pasa el tiempo... Te comen los nervios. Aumenté de peso... Es durísimo", insistió.

Se refirió también el boxeador a algunas relaciones suyas, de las que comentó que "yo creía que eran amigos pero en realidad eran enemigos. Ahora me estoy dando cuenta de que no soy uno más y voy a tener que cuidarme de los que me rodean. Porque hay muchos que quieren figurar".

Según Giménez, quien asegura que el automóvil robado que conducía y por el cual se lo detuvo le fue prestado por "unos amigos", se encuentra en esta situación "por confiado, porque uno es bueno y se da con todos. Habrá que cuidarse un poco más... Esto me da mucho dolor, me parte al medio. Porque pierdo tiempo, pasan los años y no tengo nada".

Interrogado sobre la razón por la cual escapó cuando fue interceptado por un control policial, mientras manejaba el vehículo, explicó el boxeador que "los policías estaban de civil. Me pidieron el carnet y la tarjeta verde y cuando se pone la luz veo que uno tiene un revólver en la cintura".

"Pensé que, como había había peleado el viernes (un día antes del incidente), me querían robar. Les pedí rápido los documentos y me escapé. Yo estaba solo", completó, en entrevista publicada el martes por el diario deportivo Olé.

Al preguntársele si no sabía que el automóvil era robado, aseguró Giménez que "no, el pibe me lo prestó y yo pensé que venía por derecha. Y más me duele porque Adrián López, mi manager, me dijo que había algo raro. Pero otra vez no le hice caso. El culpable soy yo".

"Ahora me enteré de que la justicia sabía que el auto venía por zurda. Y me persiguieron. Hay policías que me tienen bronca y quieren que me vaya mal", se quejó.

Reveló también el cordobés que "estuve pensando en irme a vivir a Buenos Aires. Vamos a ver, porque tuve muchos inconvenientes y sería una buena forma de cambiar de vida. Esquivaría los problemas con la policía".

"Muchos me dijeron que me quieren agarrar porque ando con droga. Y el día que no tenga, seguro que me la van a poner. Creo que me pararon con el auto por eso", apuntó.

En cuanto a si su relación con los demás presos es diferente a la de antes, Gimenez comentó que "nada que ver. Antes era más rebelde, un desgraciado. Me peleaba con todos: tengo una marca acá (se señala el párpado izquierdo)... Ahora no quiero salir lastimado de acá adentro. Corro en el campito de acá y todos me miran desde las ventanas".

Añadió que eso le genera "un poco más de miedo. Si tengo un par de zapatillas, por ahí me lo quieren robar. Mi familia me trae mercadería y pensarán que tengo plata. Y no tengo una moneda".

Por último, al preguntársele si se atreve a asegurar que éste será su último problema con la justicia, reflexionó el boxeador: "Ojalá... Pero la vida afuera es dura. Hoy están hablando ustedes conmigo y mañana pueden estar presos. Mis antecedentes no me ayudan pero daría cualquier cosa por estar afuera".

- DYN


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