"Sé que tengo muchos fanáticos allá. Además, como viajo mucho para Miami (Estado Unidos), donde hay una invasión de argentinos, siempre estoy en contacto con ustedes", expresó el panameño que es considerado el boxeador latino más grande de todos los tiempos.

Quien también es apodado "El Cholo", por otra parte, anticipó que regresará "en un par de semanas a Buenos Aires". Fue durante una entrevista exclusiva concedida a DyN en su país natal, donde se erigió como el gran showman que prestigió la reciente Convención que la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

Durán no sólo participó de las distintas sesiones del cónclave, sino que además cerró la Cena de Gala y Premiación cantando al frente de una orquesta. Y fue el hecho más emotivo de la gran velada en la que cayó el telón a la asamblea anual de la OMB, así como cuando se fusionó en un abrazo con el célebre estadounidense Tommy Hearns, "La Cobra de Detroit", el único que lo logró noquear.

"La leyenda viviente", como lo llaman sus connacionales, concedió este reportaje en el Hotel Continental de Panamá:

- ¿Ya asumiste que sos un ex boxeador?
- Hace rato me di cuenta de que no peleo más. La otra vez fui a una velada, me tomé unos tragos y me trepé al ring pero no quisieron saber nada de sacar algunas manos conmigo...

- Pero... ¿entrenás?
- Si. Estoy entrenando para dar el peso, porque tengo tanta ropa nueva que no quiero volver a comprar. ¿En qué peso estoy?, más o menos en 210 libras...

- ¿Seguís pensando que tu mejor pelea fue contra Ken Buchanan?
- Tengo un buen recuerdo de varias. Lo que pasa que es que en ese combate se me cumplió la gran ilusión: ser campeón del mundo... y en el Madison. Pensar que ya se cumplieron 30 años de aquella pelea. La pucha... me estaré poniendo viejo. Fue mi primer título, el de los ligeros. Te imaginarás que cuando llegué a Panamá me agarré una borrachera de la gran puta (sic).

- Más allá de los momentos difíciles que atravesaste, sos consciente de que en Argentina tenés muchos admiradores...
- Ultimamente ando bastante salado en Argentina. Ya que cuando no me roban las peleas (en alusión a sus combates con Jorge "Locomotora" Castro y Omar "Príncipe" González), me choco en el carro. No hablo de mal recuerdo, porque cuando a uno le va a pasar algo... puede ser en cualquier lado. Sé que tengo muchos fanáticos por esos lados. Además como viajo mucho para Miami, donde hay una invasión de argentinos, siempre estoy en contacto con ustedes.

- ¿Tenés algún viaje previsto?
- En un par de semanas pienso volar para allá. Tengo que ir por el tema del seguro de la demanda que puse por el accidente y hacerme algunos chequeos médicos. No te olvides que por el accidente perdí mucho dinero, cerca de 800 mil dólares, ya que tenía varias peleas para hacer. Pero después del choque se vino todo abajo. Y me tuve que retirar porque no podía combatir más.

- ¿Qué te sugiere el hecho de ser considerado el boxeador latino más grande todos los tiempos?
- En primer lugar le doy gracias al supremo (Dios) y a los americanos, porque nos es fácil que un latino pueda entrar a un "Salón de la Fama". De quedarme en Panamá, seguro que no hubiera sido nadie. Panamá nunca me dio nada, todo lo conseguí en Estados Unidos a través de mi esfuerzo.

- ¿A qué se debe el inmenso amor que te profesan los americanos?
- Creo que fui el primero que les enseñó a los boxeadores americanos a ser amables con el público, porque uno se debe a la gente.