Schumacher ganó en España, un país en el que es rey. El alemán repitió triunfo, algo que nadie había hecho este año, se acomodó en el campeonato a sólo cuatro puntos de Kimi Räikkönen y defendió su historia en Cataluña. Desde 1991, la primera vez que corrió el GP español, Schumi siempre sumó puntos en Montmeló: ahora tiene cinco triunfos (más que cualquier otro en la historia de este GP), dos segundos puestos, tres veces fue tercero, en una ocasión llegó cuarto, en otra quinto y en la restante, sexto.

Alonso, aunque segundo, ganó en España, un país que despierta otra vez en la Fórmula Uno, como hace años lo hizo en el Rally Mundial y, mucho antes, en el motociclismo de velocidad. Impecable en la conducción, el asturiano de Oviedo subió al podio por tercera vez este año -y en su campaña- y consiguió el mejor resultado de su historial de 22 carreras: segundo, lo mejor de Renault desde su vuelta oficial al Mundial el año pasado.

FELIZ ESTRENO
Casi un año después de que comenzara a ser pensada por Rory Byrne y el departamento de diseño de Ferrari, la F2003-GA (las iniciales recuerdan a Giovanni Agnelli, el presidente de Fiat muerto a principios de este año) fue estrenada en un Gran Premio. Como su antecesora, la F2002, ganadora de 15 carreras (la última, en Imola, fue su despedida triunfal), el debut de la F2003-GA fue con victoria.

Schumacher y Ferrari tuvieron un día casi perfecto si no hubiese sido por la intromisión de Alonso. Casi, porque no fue 1-2 de la Rossa. En el medio, el asturiano. La victoria de Schumi, el tercer puesto de Rubens Barrichello y los abandonos de ambos McLaren calentaron el 54° Campeonato Mundial. Sin la contundencia abrumadora de la temporada anterior, Ferrari está resucitando y McLaren, la otra escudería que atrasó el debut de su modelo 2003, el MP4/18, toma nota de esto.

INFELIZ REGRESO
En la pista en la que consumaron un dominio que duró tres años, desde 1998 a 2000, con tres 1-2 consecutivo de Mika Häkkinen y David Coulthard, los McLaren no sumaron ni un punto. Las penurias de Räikkönen habían empezado en la clasificación, cuando se despistó, decidió abortar la vuelta y terminó largando desde el último lugar. Cuando se apagaron los semáforos, el Jaguar de Antonio Pizzonia quedó inerte y Räikkönen lo atropelló. Afuera los dos. El auto de seguridad neutralizó los primeros cinco giros de los 65 programados en España.

Coulthard perdió sus cartas un poco más adelante, en la doble curva posterior a la larga recta principal. En el giro inicial, el escocés se salió del camino junto con Jarno Trulli, el italiano de Renault que jamás volvió. Coulthard pudo seguir hasta que Jenson Button lo sacó de pista, en el primer viraje, unas vueltas después. Con el británico se fue, también, la incógnita sobre la estrategia de McLaren. Con la excepción de Williams, la mayoría en la punta optó por detenerse tres veces en una pista que desgasta los neumáticos.

En la primera de las tres paradas para reabastecimiento, Alonso recuperó lo que el juego de las Ferrari le había quitado a poco de partir. Gracias al eficiente sistema de lanzamiento que tienen los Renault, el español había superado a Barrichello y se acomodó atrás de Schumacher en la largada. Pero el campeón le tapó la cuerda, su compañero brasileño frenó más tarde y por afuera y, entonces, entre las dos Ferrari, se distribuyeron la punta. Rubinho se fue al pasto para dejar doblar a Schumi y subió la cuesta atrás del europeo, tapando un poco a Alonso.

Las diferencias entre Schumacher, Alonso y Barrichello oscilaron según el rendimiento de los neumáticos de cada uno y los obstáculos que representaban los rezagados o aquellos que, como Ralf Schumacher, avanzaron gracias a una estrategia diferente pero pretendieron pelear sin armas en un circuito que tiene sólo dos lugares claros de sobrepaso.