Espectáculo a bajo costo

La F-1 que empieza el próximo fin de semana en Australia tendrá nuevos horarios, nuevas formas de entrenamientos, puntuación y otros, todo ello con la finalidad de conseguir un mayor espectáculo

MADRID -- El Mundial de Fórmula Uno que empieza el próximo fin de semana en Australia tendrá nuevos horarios, nuevas formas de entrenamientos, puntuación y otros, todo ello con la finalidad de conseguir un mayor espectáculo e intentar terminar con el ultrajante dominio de Ferrari y Schumacher en los últimos años.

La Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha introducido de forma unilateral una serie de cambios en el reglamento, cuyo desarrollo, como la nueva forma de clasificación para la formación de salida de los domingos, ha dado a conocer tan solo una semana antes del comienzo de la nueva temporada.

Además de los profundos cambios en el reglamento deportivo, todas las ayudas electrónicas al pilotaje, que eran libres desde el Gran Premio de España del año 2000, quedarán eliminadas a partir de mitad de temporada, coincidiendo con el de Gran Bretaña, eso después de que los constructores lograran parar toda la supresión de la telemetría e incluso la comunicación por radio con los pilotos.

Todas estas medidas ha estado encaminadas en la busca de más espectáculo y en el ahorro, para evitar que siga sucediendo como en el pasado año, en el que desaparecieron dos escuderías, Prost y Arrows, ya que en la actualidad Minardi y Jordan tienen también graves problemas financieros.

También para fomentar el ahorro la FIA ha dado la oportunidad a los equipos de rodar dos horas los viernes, con el coche y piloto de reserva si lo desean, además de los titulares, antes de que empiecen los entrenamientos libres del Gran Premios, a cambio de limitar sus pruebas entre el inicio y final de temporada a diez días de test en otros circuitos o veinte con un solo coche.

Cuatro escuderías, Renault, Jaguar, Jordan y Minardi, han escogido esta fórmula, que en algunos circuito en los que no se puede probar, como el de Mónaco, en el que hay que dar muchas vueltas para que el piloto coja confianza, pueden tener una gran importancia.

Si en las primeras carreras todas estas novedades pueden proporcionar sorpresas, algo que sin ello ya sucedía habitualmente en Australia, nadie duda que al final serán los grandes, Ferrari, Williams-BMW y McLaren Mercedes, los que se jueguen el título cuando todos los equipos se hayan adaptado a las nuevas normativas.

Diez equipos -Ferrari, Williams, McLaren, Renault, Sauber, BAR, Jaguar, Jordan, Minardi y Toyota- se han inscrito, el número más bajo desde 1971 (nueve), lo que da una idea de la crisis existente en la Fórmula Uno, que podría seguir perdiendo escuderías si no reciben una mayor aportación económica, que no cesan de pedir que provengan de los derechos de televisión y mercadotecnia.

En cuanto a los pilotos, tan solo Ferrari, Williams y McLaren conservan los de las últimas temporadas, otras cuatro (Renault, Sauber, BAR y Jordan) han optado por la continuidad de uno y Jaguar, Minardi y Toyota se presentarán en Australia con equipos completamente nuevos.

Cuatro serán los debutantes en la máxima categoría en el Gran Premio de Australia, los brasileños Antonio Pizzonia (Jaguar) y Cristiano Da Matta (Toyota) y los británicos Justin Wilson (Minardi) y Ralph Firman (Jordan), mientras que el español Fernando Alonso (Renault) y el holandés Jos Verstapen (Minardi) regresan tras un año de pausa.

Por último, ocho pilotos que compitieron el pasado año estarán ausentes en Australia: el británico Eddie Irvine, subcampeón del mundo en 1999, y el español Pedro de la Rosa, ambos apeados de Jaguar; el finlandés Mika Salo y el británico Alan McNish, de Toyota; los brasileños Felipe Massa (Sauber) y Enrique Bernoldi (Jaguar) y el japonés Takuma Sato (Jordan) y el malayo Alex Yoong (Minardi).

- EFE

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lunes, 03 de marzo
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